Llama la atención un virus que desparece de epidemia en el
año 1976 y vuelve a aparecer ahora. Conspiración o hechos reales? Lo que debe
hacerse para responder esto es seguir la ruta del dinero. Saber si hay una
patente con este virus y ver quien gana un provecho con él. Están patentados
tanto el virus Ébola humano y los compuestos. Los patentó el Gobierno de Estados Unidos en el año 2008. En 2010 también salió una patente de pequeñas moléculas
para inhibir la fiebre por el Ébola. Si esto conforma una enfermedad creada
adrede tiene que haber un beneficio, y los beneficios económicos para las
empresas farmacéuticas son las vacunas. Siguiendo la pista, un laboratorio
privado, Crucell, fue el autorizado para el desarrollo de la vacuna, y quien a
aportado el dinero para financiarlo fue UNICEF con una cifra de 230 millones de
dólares. La pregunta sería: tantos millones para una vacuna que no va a
funcionar? Por su parte los directivos de Crucell trabajan para otra empresa
global, Monsanto, contratista de Crucell, con muchos directivos trabajando en ambas compañías. A
su vez Obama le ha abierto la puerta a Monsanto en África. En resumen, primero
un virus que se patenta, luego algo para aliviar, después la vacuna, al final
Monsanto relacionada al laboratorio que desarrolla la vacuna, aportándole 1,5 millón de dólares. Si buscamos el
mapa del contagio del Ébola en África coincide con los sitios de cultivo de
transgénicos de Monsanto. Esto no es conspiranoia, son hechos. El riesgo es
real, el virus es activo, pero el problema central es la inmunodeficiencia que
genera adrede Monsanto con sus productos. No en vano Jean- Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional Francés, miembro del Club Bilderberg, dijo
que le gustaría reencarnar como virus Ébola para reducir la población global.
Leonard Horowitz, médico especialista en Salud Pública, en
Bioterrorismo y emergencias por enfermedades, Diplomado en Harvard y miembro
del equipo de investigadores de esta universidad, es autor de 15 libros, entre
ellos el best seller "Virus emergentes: SIDA y Ébola, ¿naturales, accidentales
o intencionales?” Este libro ha permitido la apertura de un investigación
oficial en Estados Unidos. También ha escrito Las Mentiras que creemos, La CIA,
Hollywood y el BioTerrorismo y Muerte en el Aire: Mundialización, Terrorismo y
Guerra bacteriológica, donde Horowitz acusa al cartel petrolero y farmacéutico
de preparar un genocidio programado.
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