El Nacimiento de Jesús.
No tenemos ninguna duda en cuanto al nacimiento de Jesús.
Sabemos que él existió porque hay evidencias históricas, y el mundo espiritual
así nos afirma, con todo, sobre existen dudas sobre la fecha y el lugar, pues,
con relación a la magia del nacimiento, creemos haber esclarecido lo
suficiente, al menos por el momento. Herculano Pires, afirma que los Evangelios
fueron escritos en una época mitológica, y que era necesario despojar el texto
del mito.
Ninguno de los ingredientes sobrenaturales o mitológicos
aumenta o disminuye la belleza del acto de nacer de un misionero, un avatar de
alta estirpe, como Jesús.
Está sobradamente comprobado el error de cálculo del inicio
de la Era Cristiana, error de cerca de 7 años. El cálculo fue hecho por el
Diácono Dionisio, el Pequeño, en el año 525 de nuestra era. Carlos Torres
Pastorino, en el libro, Sabiduría del Evangelio, afirma que Jesús tendría al
menos 38 años al ser crucificado, otros autores concuerdan con esa tesis.
El escritor Jonh Drane, coloca el nacimiento de Jesús en el
año 5 antes de la Era Cristiana; El Gen. Milton Orreilly, exegeta, en un
artículo para la Revista Presencia Espírita, de Salvador-BA afirma que el
Diácono Dionisio, el pequeño, se equivocó al establecer el inicio de la Era
Cristiana. Él afirma que el nacimiento se dio en el año 747 de la fundación de
Roma, y la crucifixión en el año 785, por tanto él tendría 38 años cuando fue
crucificado. 785 – 147 = 38.
El Evangelista Lucas afirma que en el 15º año del Reinado de
Tiberio César, Juan el Bautista, inició su predicación. (Luc. 3:1 a 6) Mateo
(3:1 a 6) y Marcos, 1:1 a 6) hablan de la aparición de Juan y de la profecía de
Isaías.
(Voz del que clama en el desierto; preparad el camino del
Señor. Encaminar sus veredas…) Tiberio sucedió a Augusto que murió el día 19 de
agosto del 767 de la fundación de Roma, 14 de nuestra era, cuando asumió de
hecho el título de César y comenzó a gobernar. Por tanto, Juan comenzó a
predicar en el año 28. El bautismo de Jesús, antes de la Pascua del 29, con 35
años. Y a su muerte en el año 31 de nuestra era, 784 de la fundación de Roma,
contando Jesús 38 años de edad, Pastorino informa aun, que el historiador judío
Josefa, afirma que Herodes murió en los primeros meses del año 4 a. C. después
de un eclipse de luna, que ocurrió entre el 13 y 14 de marzo del año 4 a.C.
Pastorino afirma que el nacimiento se dio en el año 7 a.C.
Habría Jesús nacido en Belén, en el año I – ¿de nuestra era?
Las profecías rezaban que el Mesías nacería de una virgen, en Belén, en la
descendencia de David. José y María descendían de David, pero no vivían en
Belén. Dicen que hubo un nuevo censo, y que cada uno tenía que ir a alistarse a
su ciudad, lo que llevó a José y María a Belén.
El censo según algunos autores, ocurrió en el año 6 antes de
la era Cristiana, lo que confirmaría las informaciones anteriores. El nuevo
censo citado no es el de Quirino – Gobernador de Siria, que ocurrió en el año 6
y 7 de la Era Cristiana. Sería, entonces el censo determinado por Sentius
Saturninus, delegado imperial en Palestina, realizado de 8 a 6 a.C. El mayor
problema es que no se conoce determinación de los romanos para comparecer de
los vueltos a censar en la ciudad de su nacimiento. Solamente 100 años después,
en Egipto, hubo la exigencia para que los recensados compareciesen en la sede
del municipio.
Era importante que Jesús naciese en Belén, para ser
identificado como el Mesías, que significa Cristo, o ungido. Incluso no siendo
verdad, como probablemente no es, el nacimiento en Belén tiene enseñanzas
bellas y muy interesantes: C.T. Pastorino enseña que el significado etimológico
de Belén, es Casa del Pan, y por extensión, Casa del Pan Espiritual. Más tarde
Jesús se refirió a sí mismo como: Yo soy el pan que descendió del cielo, por
tanto, en cualquier lugar que él naciese, sería la simbólica Belén espiritual
Cuando Lucas dice con sentimiento, en su Evangelio: … y no
había lugar para ellos; en un mundo violento, lleno de miserias, explotaciones
y maldades, no tenía lugar para el nacimiento de él. ¿Más de 2000 años después
existiría este lugar en nuestros corazones?
Concluyendo que el nacimiento no fue en Belén, los
accesorios como el establo, la caballeriza, la gruta, los pastores pierden la
razón de ser.
Examinemos la visita de los Reyes Magos y sus consecuencias
directas: Herodes se sintió amenazado, porque los Magos buscaron a un Rey
nacido en Judea, diciendo haber visto su estrella en el oriente. Herodes no
dejo aparentar su preocupación y pidió a los Magos para que volviesen y
avisarlo si lo encontraban, pues también quería adorarlo. Los Magos fueron
avisados por sueños, que Herodes quería matar al niño, y volvieron por otro
camino para su tierra.
Enrabiado, Herodes mandó pasar por el filo de espada a todos
los niños hasta los dos años de edad, en Belén y alrededores. Era una verdadera
malla fina de la que Jesús no escaparía, pero José fue avisado en sueños
(mediumnidad onírica) y huyó con el niño para Egipto. El Gen. Milton Orreilly,
profundo conocedor de la historia evangélica, deduce que Jesús tenía un año y
medio cuando se habría dado la matanza de los inocentes.
Según los evangelistas, José fue avisado en sueño
(mediumnidad onírica) y huyó con el niño para Egipto. Con esto se cumpliría la profecía
de Óseas: “De Egipto llamé a mí hijo”.
Con todo, no existe ningún registro histórico de este
bárbaro acontecimiento, la matanza de los inocentes. La única referencia es el
Evangelio de Mateo. ¿Habría ocurrido tal episodio? Posiblemente, no.
En cuanto a la virginidad de María, vale la pena verificar
una teoría de Allan Kardec, publicada en la Revista Espírita. Kardec levanta la
hipótesis de que José y María habrían venido de un mundo superior, para la
misión de paternidad y maternidad de Jesús. Espíritus más perfectos que los
terrestres, sus periespíritus terrestres, por fuerza de la afinidad, habrían
sido construidos con los fluidos más puros, más sutiles de nuestro ambiente
planetario, y ciertamente tendrían cuerpos mejores que el de los terrestres,
propiciando al cuerpo físico de Jesús una herencia genética más perfecta. Como
ellos no tenían uniones anteriores con la Tierra, eran espiritualmente
vírgenes, exentos de deudas para con nuestro planeta y sus habitantes.
La elección de la fecha del 25 de diciembre hecha por un
fraile sabio, es debida esta fecha, a que en el hemisferio norte marcaban la
vuelta del sol después de un largo invierno, cuando el hielo cubre toda la
plantación y la naturaleza parece morir. En la antigüedad los pueblos paganos
conmemoraban la vuelta del sol con la Fiesta del Sol Invicto, o la Fiesta de la
Mitra, divinidad Persa, que viene a fertilizar la siembra.
El 25 de diciembre es el Solsticio de Invierno. Antes de que
el sol reaparezca surge en el cielo la constelación de Virgen, y los antiguos
decían que la Virgen dio nacimiento al sol y permanece virgen antes, durante y
después del parto. Jesús fue comparado al que da la vida. La mayor luz que la
humanidad ya vio.
La Iglesia Bizantina, que no obedece al Papa romano, acusó a
Roma de paganismo, por fijar la navidad en la fecha de la Fiesta de la Mitra.
Esto ocurrió en el año 300.
Algunos investigadores han dado la posibilidad de que Jesús
hubiese nacido en febrero, probablemente el día 23. Otros sitúan su nacimiento
entre el 15 de marzo al 15 de abril, y hay quien prefiere septiembre. Entre
tanto, en nuestro punto de vista son especulaciones. No tenemos conocimientos
de ningún documento fiable que resuelva esa cuestión.
En el libro Crónicas de Más Allá de la Tumba, de Humberto de
Campos, (espíritu) por la mediumnidad de Francisco Cándido Xavier, tiene una
crónica maravillosa, reproduciendo un diálogo entre Jesús y Juan, el
Evangelista, con título, “La Orden del Maestro”. Vamos a presentar el trecho
más informativo.
“- Juan, me dijo el Maestro, ¿te acuerdas de mi nacimiento
en la Tierra?
- Me acuerdo, Señor, fue en el año 749 de la era romana, a
pesar de la arbitrariedad del Fraile Dionisio, que calculando en el siglo VI –
de la Era Cristiana, puso erróneamente tú nacimiento, en el 754.”
Anibal Vaz de Melo, autor del libro La Era de Acuario,
afirma que fue Pablo de Tarso, que conocía profundamente el culto Solar de
Mitra, que aprovecho la oportunidad para insinuar la adaptación de la gran
figura de Jesús de Nazaret al culto de la constelación de Virgen.
Dice aun Anibal Vaz de Melo que cuando Jesús nació, el sol
estaba ingresando en el signo zodiacal de Piscis, o pez, por eso, toda la
historia del Maestro, en el Nuevo Testamento, está relacionada al agua y a los
peces: El bautismo (inmersión en el agua) – La pesca maravillosa – El Mar de Galilea
– La Piscina de Betesda – La multiplicación de los panes y peces – Jesús anda
sobre las aguas – la tempestad calmada y muchas otras. Pero vean esto: La
palabra griega para peces es ICHTHYS – y sus cinco letras son las del título
completo dado a Jesús: I esus Christus Theou Picus Soler, lo que quiere decir:
Jesús Cristo hijo del Dios Salvador.
João Cabral
ADE-SEGIPE –
Associação de Divulgadores do Espiritismo de Sergipe
Mensaje traducido por Isabel Porras-España