Los
cancilleres de Irán, Ali Akbar Salehi y de Argentina Héctor Timerman, durante
la firma del acuerdo
Durante la Reunión Anual de la Asamblea General
de las Naciones Unidas en Nueva York, la presidenta argentina, Cristina
Kirchner, anunció que su Gobierno flexibizará su hasta ahora rígida e
irreductible posición hacia Irán, país al que acusa de haber perpetrado el peor
ataque terrorista en suelo argentino hace ya más de 18 años y que tuvo como
blanco la sede de las asociaciones judeo-sionistas AMIA y DAIA en pleno centro
de Buenos Aires.
Inmediatamente, el
ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, se reunió con su
par iraní, Ali Akbar Salehi, con el propósito declarado de “alcanzar la
verdad”.
Verdades Peligrosas
Las críticas
sionistas no se hicieron esperar. Desde la estadounidense Roberta Jackson del
Departamento de Estado, quien declaró que “las relaciones con Irán nunca son
benignas”; pasando por la de los presidentes de la DAIA (Delegación de
Asociaciones Israelitas Argentinas), Aldo Donzis, y de la AMIA (Asociación Mutual
Israelita Argentina), Guillermo Bolger, quiénes dijeron que la propuesta de
diálogo iraní “es una burla que ofende a la justicia argentina” dado que “Irán
no es confiable”; hasta la del Gobierno israelí que condenó la reunión de
cancilleres aún antes de que se produjera.
La realidad es que el
caso de la poderosa bomba que destruyó la sede de AMIA el 18 de julio de 1994
causando 86 muertos y más de 200 heridos, hoy, luego de 18 años, sigue sin
resolverse, los responsables del atentado jamás fueron identificados y sus
víctimas no han tenido justicia.
El Ataque
Desde el mismo día
del atentado, el 'Caso AMIA' sufrió las más descaradas y flagrantes
interferencias de los Gobiernos de Estados Unidos e Israel. El entonces
presidente argentino, Carlos Menem, –quien se ufanaba de haber logrado que
Argentina mantuviera “relaciones carnales” con EE.UU.- permitió que agencias de
inteligencia norteamericanas e israelíes, notablemente el FBI y el Mossad, tuvieran
acceso irrestricto y participación fundamental en las investigaciones del
hecho.
Fue precisamente un
oficial de inteligencia militar israelí quien halló entre los escombros del
'ground zero' de la AMIA
un pequeño trozo de metal que resultó pertenecer al motor de una 'van' Trafic
que, “por suerte” (para los israelíes), contenía el número de fabricación de
ese vehículo. Ello permitió armar la teoría de un supuesto “coche-bomba” por
más que ese vehículo jamás fue hallado ni tampoco existen testigos que declaren
haberlo visto.
La investigación del
'Caso AMIA' pasó por siete juzgados federales y está plagada de mentiras,
corrupción y encubrimientos. Tras erráticas marchas y contramarchas, hoy el
Gobierno Kirchner acusa formalmente a la República Islámica
de Irán de ser culpable del ataque.
Obviamente, existe
enorme interés por parte de EE.UU. e Israel de que esta acusación prospere,
pues le aportaría más “evidencias” que sirvan de excusa para lanzar su
reiteradamente anunciado ataque militar unilateral contra Irán. En momentos en
que EE.UU. e Israel atraviesan una creciente crisis de credibilidad en sus
amenazas contra Irán por su plan nuclear, una “prueba de culpa” iraní en el
atentado a la AMIA
les vendría como anillo al dedo.
Se ha dado a conocer
por Wikileaks un cable emitido por la Embajada de los Estados Unidos, donde se muestra
la obsesión de ese país por culpar a Irán y se revela que hubo un intento de
presión para que la Justicia
no investigara a Menen, el ex juez Galeano y el ex comisario, Jorge
"Fino" Palacios, entre otros funcionarios.
El cable está firmado el 22 de mayo de 2008 por el
ex embajador norteamericano, Earl Anthony Wayne y muestra a las claras la
preocupación de Estados Unidos para que “no quede posibilidad de duda” sobre
las acusaciones contra Irán planteadas en la causa AMIA.
Indaguemos, sin
embargo, un poco más a fondo evaluando dos posibles “escenarios”:
Escenario 1 - Una
supuesta 'Pista Iraní'
En el 'Caso AMIA' ha
habido todo tipo de manoseo en las máximas instancias judiciales y
diplomáticas. Uno condujo a la destitución y posterior juicio político a un
juez en la causa, Jorge Galeano, por haber autorizado el pago de un soborno por
400.000 dólares a un detenido por tráfico de vehículos robados de nombre Carlos
Telleldín, para que prestara falso testimonio que sustentara una ficticia
“pista sirio-iraní”.
Los fondos para ese
soborno los proveyó Rubén Beraja, a la sazón presidente de la DAIA y dueño del Banco Mayo,
cuya posterior quiebra fraudulenta lo llevó a pasar varios años en la cárcel.
Pero en aquellos años 90, Beraja era una prestigiosa figura en círculos
sionistas internacionales llegando a integrar en 1996 la Comisión de Personas
Notables elegidas y presididas por Paul Volcker, ex gobernador del Banco de la Reserva Federal de
EE.UU., para investigar cuentas inactivas de víctimas judías en bancos suizos,
operativo que obligó a la banca suiza a aportar 1.250 millones de dólares a las
arcas de las organizaciones sionistas mundiales.
Un importante hito se
produjo el 21 de septiembre de 2006, cuando el presidente Néstor Kirchner,
acompañado de su canciller Jorge Taiana y la primera dama y entonces senadora
Cristina Kirchner participaron de una reunión secreta en el Hotel
Waldorf-Astoria de Nueva York con ocho de las más importantes organizaciones
sionistas pro-Israelíes: el Congreso Judío Norteamericano, el Congreso Mundial
Judío, la logia B’nai B’rith y la
ADL entre otras.
Se desconoce a
ciencia cierta qué discutieron, pero menos de un mes después Kirchner despachó
al fiscal especial Alberto Nisman a los EE.UU. para reunirse con la CIA y el Mossad israelí.
A su regreso, Nisman
-sionista militante- lanzó una acusación formal contra el ex-presidente iraní
Ali Rafsanjani y siete miembros de su gabinete, incluyendo a Ahmad Vahidi,
luego ministro de Defensa del presidente Mahmoud Ahmadinejad. Se los sindicaba
de haber financiado y planificado el ataque a la AMIA a través de Hezbolá.
Esta noticia fue
primera plana en los diarios argentinos e inspiró al rabino Israel Singer,
director político del Congreso Mundial Judío, a “felicitar al Gobierno
argentino”, por formalizar “la denuncia contra Irán”, pues con ello se
“confirmó el compromiso asumido por el presidente Kirchner en aquella reunión”.
Estas acusaciones
argentinas se basaron exclusivamente en “inteligencia” proporcionada por la CIA y el Mossad, que insisten
en la teoría de la 'van' Trafic como coche-bomba que hizo explotar la AMIA.
Las presiones sobre
la justicia argentina han sido tales que se llegó a sostener el absurdo de que
jamás se hallaron otros restos del elusivo coche-bomba porque “la violencia de
la explosión lo enterró debajo de la entrada a la AMIA ”. El Dr. Juan Gabriel
Labaké, abogado defensor del único imputado local en la Causa AMIA , solicitó a
la justicia que ordenara excavar la entrada de la AMIA para hallar de una vez
por todas los restos del “coche-bomba”, mas el juzgado reiteradamente no lo
permitió…
Pero si los iraníes y
los sirios en connivencia con Hezbolá y Hamás no fueron autores del atentado,
entonces, ¿quiénes fueron los responsables del mismo?
Escenario 2- Ajuste
de cuentas: ¿Una Pista Israelí?
El 'Caso AMIA' cobra
nueva dimensión cuando se interpreta dentro del marco de lo que ocurría en
Israel en aquellos años 90. En 1991, había comenzado la Conferencia de Paz de
Madrid que buscaba resolver el conflicto palestino-israelí, que avanzó
rápidamente tras la victoria electoral en junio de 1992 del general Isaac
Rabin, convertido en primer ministro.
Rabin buscaba llegar
a un acuerdo con los palestinos, lo que requería detener y desmantelar gran
parte de los asentamientos ilegales del movimiento de colonos armados
ultraderechistas del fundamentalismo sionista. Éstos sostienen que ceder un
centímetro de la "sagrada tierra de Israel" es traición.
Sin embargo, Rabin
siguió adelante con el proceso de paz. En septiembre 1993 se produjo el famoso
apretón de manos entre Rabín y Yasser Arafat bajo la mirada atenta de Bill
Clinton en el jardín de la
Casa Blanca. Poco tiempo después, Rabin llega a un principio
de acuerdo con Siria sobre la devolución de los Altos del Golán y también con
Jordania.
A principios de julio
de 1994, Rabin permite que Arafat regrese a Palestina tras 27 años de exilio.
Los colonos sionistas estaban locos de furia; literalmente pues ya en febrero
de ese año, un sionista militante neoyorquino perteneciente al grupo Kach, de nombre
Baruch Goldstein, irrumpió en una mezquita en Hebrón abriendo fuego con su
ametralladora asesinando a más de 40 musulmanes mientras oraban. Nadie se
explica cómo pudo Goldstein, portando una ametralladora, atravesar la fuerte
seguridad israelí… Goldstein resultó muerto por los palestinos luego del
ataque, pero luego su tumba se convirtió en lugar de peregrinaje para el
movimiento de colonos.
Dentro del marco de
esta secuencia cronológica se produce el 18 de julio de 1994 la voladura de la AMIA , precisamente en un
punto sumamente crítico de la lucha intestina intra-sionista y dentro del
propio Israel.
Por entonces, la
conducción de la AMIA
apoyaba el proceso de paz de Rabin, por lo que este atentado bien pudo haber
sido un “disparo de advertencia” de la extrema derecha sionista contra Rabin
para que cesara en sus esfuerzos de lograr la “paz por territorio” con los
palestinos.
Pero parece que Rabin
“no entendió el mensaje”, y así se llega al clímax de este oscuro proceso el 4
de noviembre de 1995 –poco más de un año después del ataque a la AMIA – cuando el primer
ministro Isaac Rabin es asesinado al “estilo John Kennedy” en la vía pública en
Tel-Aviv, ya no por un fundamentalista islámico o por algún neonazi, sino por
Ygal Amir, joven estudiante ultraderechista miembro del movimiento de colonos
sionistas en Israel, y relacionado con el servicio de seguridad interior Shin
Beth, organización que estaba siendo reorganizada por Rabin.
Muerto Isaac Rabin,
lo sucede Shimon Peres en un breve interregno de siete meses hasta que en las
elecciones de 1996, Benjamín Netanyahu es elegido primer ministro y los
laboristas son mayormente barridos del escenario político israelí. Desde
entonces, a través de Ehud Barack, Ariel Sharon, Ehud Olmert, y hoy nuevamente
Netanyahu, el sionismo militante monopoliza el poder en Israel.
Por qué a los
sionistas les molesta que Argentina e Irán
reanuden dialogo?
Pregunta: no será que
tienen miedo de que se sepa la verdad sobre la AMIA ?
Y Argentina no
debería hacerle caso a las potencias, ya que Reino Unido es un usurpador de
tierras ajenas
La reparación de los
lazos diplomáticos entre Argentina e Irán, inquieta a las Potencias
Occidentales
Los analistas
políticos dicen que los esfuerzos realizados por el gobierno argentino para mejorar
las relaciones con Irán han causado gran preocupación entre los países
occidentales.
La mejora de las
relaciones de Teherán y Buenos Aires seguramente irritará a las potencias
occidentales.
“Argentina ha abierto
su actitud para discutir esto [las relaciones con Irán] sobre una base
bilateral más equilibrada y seria … y que sin duda molesta a mucha gente en los
Estados Unidos, en el Reino Unido y en Israel”, nos dice Adrián Salbuchi.
Las exportaciones de
Argentina a Irán, de acuerdo con Reuters, aumentaron más de un 70% el año
pasado en comparación con un año antes, llegando a los 1,5 millones de dólares.
Mientras tanto, el
secretario de Relaciones Exteriores del país Héctor Timerman dice que Argentina
no tiene un plan para imponer sanciones comerciales contra Irán.
Timerman también hizo
hincapié en que la Unión
Europea , que insiste en Buenos Aires en la reducción de los
lazos comerciales con Teherán, es el principal socio comercial de Irán, seguido
por China, India y Japón.
“Es un caso típico de
doble moral donde las potencias occidentales dicen ” haz lo que yo digo, pero
no lo que yo hago”. So, I think in this case, the Argentinean Por lo tanto,
creo que en este caso, el gobierno argentino está dando un ejemplo muy
equilibrado de cómo tomar sus propias decisiones soberanas, y no permitir ser
engatusado por los Estados Unidos, Gran Bretaña o Israel “, señaló Salbuchi.
La decisión de la
presidenta de Argentina, Cristina Fernández, de iniciar un diálogo con Irán,
para intentar resolver el atentado con bombas de 1994 contra la Asociación Mutual
Israelita Argentina (AMIA) tiene, según el informe de Reuters, a las potencias
occidentales y a su aliado Israel, aún más inestable.
“Argentina aceptó la
llamada inteligencia, proporcionada por la CIA de los Estados Unidos y el Mossad de Israel,
que supuestamente tenían pruebas de que Irán era el responsable del atentado a la AMIA. Irán lo ha negado
por completo. Todo se basa, probablemente, en pruebas falsas y creo que ahora
el péndulo está volviendo a un mayor equilibrio y a una posición más centrada
“, dijo Salbuchi.
Tras el ataque a la AMIA y bajo una intensa
presión política de los EE.UU. y el régimen de Israel, las autoridades
argentinas acusaron formalmente a Irán de llevar a cabo el ataque contra el
centro comunitario judío en Buenos Aires, que mató a 85 personas e hirió a 300.
Frente a la falta de
pruebas para sus acusaciones contra Irán, falsas y contradictorias
declaraciones por parte de disidentes iraníes que buscan asilo en Occidente,
fueron utilizadas por los fiscales argentinos para formular las acusaciones
contra Teherán.
¿Qué harán 'las
embajadas' (de EE.UU. e Israel, se entiende) para presionar?
Todas son preguntas
en un tablero de ajedrez mundial crecientemente complejo.
Los ataques terroristas en la Argentina 1992 y 1994:
no fueron de origen islámico
Los atentados con
explosivos de Buenos Aires en 1992 y 1994 contra los intereses de la comunidad
israelí en Argentina que ocasionaron numerosas víctimas fueron para la prensa
comercial, para Israel y Argentina de autoría islámica. Hoy gracias a los
trabajos de muchos investigadores independientes como aquella del Dr. Oscar
Abudara Bini o las conclusiones de Thierry Meyssan, hoy sabemos que se trata de
una gran manipulación..
Aquellos fueron dos
de los peores ataques terroristas con bombas que sufriera la República Argentina ,
y tuvieron como blanco dos edificios puntuales ubicados en el centro de Buenos
Aires. El primero tuvo lugar en marzo 1992 y demolió completamente la sede de la Embajada de Israel,
matando a 29 personas. El segundo atentado hizo colapsar de manera similar a la
sede de la AMIA
en julio de 1994, dejando 86 muertos.
Ambos atentados
tomaron a nuestro país por sorpresa, ya que los argentinos no experimentábamos
ataques tan terribles, desde los tiempos en que nuestro país fuera blanco de
los movimientos guerrilleros internacionales en los años setenta. Los
argentinos somos un verdadero crisol de razas que ha logrado reunir a
inmigrantes y grupos étnicos de los más diversos orígenes, que hoy conviven
pacíficamente y casi sin conflicto alguno.
Ambos ataques tuvieron
lugar bajo la administración del ex-presidente Carlos Menem, quien estaba
estrechamente alineado con las políticas globales de los EEUU (en aquél
momento, George HW Bush, padre, era presidente de EEUU) y, por extensión, con
las políticas del Estado de Israel y las organizaciones sionistas globales.
Notablemente, en
ambos casos, el gobierno y los medios de difusión inmediatamente echaron las
culpas de manera vehemente sobre supuestos «Grupos Terroristas del
Fundamentalismo Islámico» que se suponía utilizaron coches bomba para volar
ambos edificios.
A medida que pasaron
los años, sin embargo, las supuestas conexiones con algún «Grupo Terrorista
Islámico» se hicieron cada vez más endebles y ambiguas. Hoy, estos dos casos se
han transformado en paradigmas de la interferencia sistemática por parte de un
amplio abanico de grupos de presión que operan sobre nuestro gobierno, la Justicia y, a través de
los medios, sobre la opinión publica.
Notablemente, tales
presiones – extremas en ciertos momentos – fueron ejercidas por organizaciones
sionistas locales y extranjeras, por los medios de difusión locales e
internacionales, por algunas ONG, por ciertos individuos «notables y
eminentes», cuyas opiniones han tenido gran peso, y – por último, pero no por
ello menos importante –, por las embajadas de ciertas potencias extranjeras,
notablemente las de Estados Unidos y el Estado de Israel.
¿Cuáles fueron las
diferencias entre la explosión de la Embajada y la de la AMIA , si es que no fueron
idénticas?
El primer caso
relacionado con la Embajada
de Israel, la información va siendo acallada paulatinamente de las noticias, y
ello por «razones comprensibles», al menos, desde el punto de vista sionista.
Para empezar, dado que el objetivo fue la embajada de una potencia extranjera,
es comprensible que Israel ejerciera fuerte influencia sobre las acciones que
se tomaron al respecto y la difusión de toda información.
Sin embargo, la
pretensión de que el atentado fuera causado por un coche bomba se desvaneció
cuando el Fiscal de Estado y el Juzgado en el caso, invitó a inspectores
técnicos especializados de la Academia Nacional de Ingeniería de Argentina,
para determinar cuáles fueron las causas que hicieron que el edificio de la Embajada colapsara.
La conclusión fue que
la explosión tuvo lugar en el interior del edificio, y que no fue causada por
ningún supuesto coche bomba. Para colmo de males para los grupos de presión
sionista, un transeúnte pudo filmar desde varias cuadras de distancia la nube
en forma de hongo que se elevó del lugar de la explosión, lo que los expertos
consideran conforma otro efecto característico que apunta a una explosión
interna.
El edificio de la
embajada se encontraba en una zona muy densamente poblada de la Ciudad de Buenos Aires y,
aunque la onda expansiva rompió las ventanas y el yeso de prácticamente todos
los edificios alrededor de la
Embajada – incluso volando un vitreau de una iglesia ubicada
enfrente que lamentablemente cayó sobre un sacerdote ocasionándole la muerte -
el único edificio cuya estructura se vio afectada catastróficamente fue el de
la propia Embajada.
Está claro entonces
que, o bien hubo un coche bomba que propagó una onda expansiva caprichosamente
selectiva o sino, efectivamente, la explosión tuvo lugar en el interior del
edificio y no hubo ningún coche bomba.
Hay muchos otros
indicios que apuntan a esta conclusión. Probablemente, esta sea la razón por la
que el caso de la Embajada
se mencione cada vez menos en los medios de comunicación, especialmente después
de que surgieron fuertes rumores que indicaban que lo que realmente explotó fue
un arsenal que al parecer los israelíes almacenaban en el sótano del edificio.
En el momento de la
explosión, un grupo de funcionarios del gobierno laborista israelí se reunían
en la sede para discutir asuntos relacionados con el recientemente iniciado
proceso de paz de la
Conferencia de Madrid, pero «afortunadamente» abandonaron el
edificio minutos antes de la explosión. Lo mismo ocurrió con el Embajador
quién, casualmente, también se retiró de las instalaciones minutos antes de la
explosión...
Una situación muy
diferente, sin embargo, fue surgiendo en torno a las circunstancias que
rodearon al segundo y más mortal ataque contra el edificio de la AMIA , que hasta el día de hoy
ha recibido una cobertura de altísimo perfil en los medios de comunicación
locales, e incluso entre algunos medios internacionales.
En contraste con la Embajada , este edificio
albergaba una organización privada argentina - la AMIA - y su organización
política hermana, la DAIA.
Las personas
fallecidas eran todos ciudadanos argentinos, y la tragedia ocurrió íntegramente
bajo jurisdicción argentina. Sin embargo, en el mismo día en que ocurrió la
explosión, el presidente Carlos Menem solicitó oficialmente la ayuda del FBI y de
la CIA de los
Estados Unidos, y del servicio de inteligencia Mossad y de las fuerzas armadas
del Estado de Israel.
En el caos que se
produjo ese día en el lugar de la explosión los ánimos se ponían muy caldeados
con la policía local cuando agentes de inteligencia del ejército israelí
plantaron una bandera israelí entre los escombros. Casi inmediatamente, esos
mismos israelíes tuvieron la prodigiosa «suerte» de hallar una pieza del
supuesto coche bomba – una camioneta Renault «Trafic» blanca. «Afortunadamente»,
se trataba de un pedazo del block del motor en el que figuraba el número de
serie del fabricante del vehículo.
Este fue un «golpe de
suerte» que nos recuerda de otros «golpes de suerte» igualmente improbables,
como el hallazgo por el FBI del pasaporte intacto de un supuesto terrorista
suicida entre los escombros del World Trade Center, justo después del 11 de
septiembre de 2001!
Desde el principio,
el caso de la AMIA
ha estado plagado de fraude, mentiras, contradicciones flagrantes; y de delito y
corrupción en los máximos sitiales del poder en la Argentina. A lo largo
de más de quince años, el caso AMIA ha pasado por siete tribunales federales.
Se creó el TOF – Tribunal Oral Federal - dentro del propio Poder Judicial, para
reunir cientos de miles de páginas de declaraciones, pruebas, informes,
investigaciones, estudios, acusaciones y contraacusaciones que se han acumulado
hasta el día de hoy . Durante varios años, el caso estuvo en el Juzgado Federal
entonces presidido por el juez Juan Galeano, un funcionario débil (sino tonto)
que permitió que las organizaciones sionistas locales -la propia AMIA y la DAIA – lo presionaran para que
autorizara se le pague un soborno por 400.000 dólares al revendedor de autos
usados, en ese momento preso, Carlos Telleldín, quien habría vendido el
presunto coche bomba a supuestos agentes de la organización Hezboláh.
Esa coima se la
darían a Telleldín para que acusara a tres oficiales de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires, con el fin de que aparecieran como una «conexión local» que conduciría
primero a Siria, a continuación a Hezboláh, y por último a Irán…
Esos 400.000 dólares
para pagar el soborno fueron proporcionados por el entonces presidente de la DAIA , Rubén Beraja, a través
de su (hoy quebrado) Banco Mayo. Beraja luego pasaría varios años en la cárcel
a causa de la quiebra fraudulenta del Banco Mayo. Para comprender mejor la
trama de cómo operan estas redes de poder global, quisiera señalar que un
tiempo antes, en 1996 cuando el ex-gobernador del Banco de la Reserva Federal de
EEUU Paul Volcker fue nombrado para crear y presidir una así-llamada «Comisión
de Personas Eminentes» para «investigar» las cuentas inactivas de judíos en los
principales bancos suizos – operativo que logrò extraer de aquellos bancos más
de 1.250 millones de dólares para las organizaciones sionistas pro-Israel-,
Volker eligió entre esas «personas eminentes» para integrar su Comisión, a este
oscuro personaje que es Rubén Beraja.
La corrupción, y los
turbios tejes y manejes llegaron al colmo bajo el co-gobierno del Matrimonio
Kirchner – Néstor y Cristina -, que un par de años atrás decidió desechar todo
lo realizado en la Causa
AMIA y volver a empezar desde foja cero. Pronto
descubriríamos, sin embargo, que ello significó darle un cheque en blanco a la CIA estadounidense y al Mossad
israelí para fabricar acusaciones falsas contra Irán, por cuánto ello se alinea
a la perfección con las políticas de ataque de ambos países contra Irán. Esta
es la situación en la que nos encontramos hoy.
Todo indica que las
explosiones tuvieron lugar desde dentro de los edificios. Eso es lo que dicen
los expertos técnicos. Y, si aplicamos un poco de sentido común, todos sabemos
que cada vez que se produce algún ataque real con coche-bomba, siempre se
encuentran los restos de buena parte del vehículo utilizado por los terroristas
entre los escombros en el lugar de los hechos. En estos dos ataques, sin
embargo, no se halló ningún resto de los supuestos coches-bomba, a excepción de
pruebas falsas obviamente plantadas por agentes israelíes, que mencioné
anteriormente.
En el caso de la AMIA , el Tribunal reclutó a
un perito de la
Gendarmería Nacional argentina para que diera una «opinión
oficial» sobre el supuesto coche-bomba – la ya famosa camioneta Renault «Trafic»
blanca.
Dicho perito, el
comandante Osvaldo Laborda, dijo oficialmente que no se hallaron los restos de
dicho coche-bomba debido a que «la explosión enterró sus restos debajo la
entrada del ex edificio de la
AMIA », si usted puede creer semejante cosa...
El Dr. Juan Gabriel
Labaké, quién representa a dos ciudadanos argentinos de origen sirio que han
sido falsamente acusados de participar en el tema de la Trafic blanca. («falsa
acusación» porque luego de 15 años, no se ha interpuesto ni una pizca de evidencia
contra ellos), solicitó al Fiscal del Estado Alberto Nisman que ordene excavar
hasta cuatro metros debajo la entrada del ex edificio de la AMIA a fin de determinar, de
una vez por todas, si los restos del vehículo existen realmente.
El Fiscal Nisman se
negó terminantemente a hacerlo, lo que no sorprende si se tiene en cuenta que
Nisman recorre el mundo difundiendo una versión apasionadamente pro-Israel con
un mensaje claramente anti-musulmán respecto del ataque a la AMIA.
A fines de 2007, por
ejemplo, el Sr. Nisman fue un invitado especial a la Reunión Anual del
Congreso Judío Norteamericano. En marzo de 2009, hizo una exposición sobre el
Caso AMIA en la Biblioteca
del Holocausto de Nueva York.
A fines del 2008,
Nisman presentó personalmente un amplio informe sobre el estado del Caso AMIA
ante la Corte Suprema
de Justicia – pero no de la
Argentina , como sería de esperar, sino del Estado de Israel
en Tel Aviv.
Claramente, el señor
Nisman opera como Fiscal Especial, ya no en nombre de la Argentina sino del
Estado de Israel!
Por otra parte, la Academia Nacional
de Ingenieros de la
Argentina llegó a la conclusión de que las explosiones
ocurrieron dentro de los edificios y, cuando el entonces juez de la Corte Suprema Dr.
Adolfo Vázquez, muy razonablemente aceptó ese peritaje, fue reprendido
públicamente, e incluso insultado por Ram Aviram, entonces embajador de Israel
en la Argentina.
El verdadero culpable
fue el ex presidente Carlos Menem quién cedió ante las presiones de Israel, las
organizaciones sionistas, y de EE.UU., haciendo «un llamamiento a los EE.UU. e
Israel» para que ayudaran con la investigación, lo que ambas naciones
gustosamente aceptaron.
Una parte del
vehículo casualmente incluía su número de serie identificatorio. Esta «prueba»
fue finalmente rechazada por el Tribunal, cuando se tornó tan obviamente
evidente que había sido plantada en la escena del crimen. Luego, se presentaron
varias piezas más del supuesto coche bomba, que al ser enviadas a la planta
automotriz Renault para su verificación, resultaron pertenecer a dos vehículos
diferentes, uno de los cuales al parecer no tenía instalada la bomba de nafta,
por lo que difícilmente hubiera podido trasladarse a ninguna parte…
Fue muy vergonzoso.
Los tribunales se alinearon pasivamente ante la interferencia de Israel y
EE.UU. Los medios de comunicación generaron grandes operativos de prensa en
torno a este caso. Las organizaciones sionistas organizaron una manifestación
pública tras otra, para rasgarse las vestiduras pidiendo «justicia» y «memoria»,
como si fuera posible en la
Argentina olvidar estos dos ataques…!
Incluso, acusaron a
la justicia argentina de ser «inoperante, ineficiente y lenta» cuando no
actuaba en consonancia inmediata e irrestricta según las exigencias de los
objetivos e intereses sionistas, es decir, cuando se resistía a aceptar todas
las falsificaciones y mentiras impuestas.
El mejor ejemplo es
lo ya referido acerca del juez pro-sionista Galeano. ¿Se imagina usted a un
juez federal que autoriza que se le pague un soborno a un delincuente procesado
y encarcelado, para que como contrapartida haga una acusación falsa contra la
policía local, para así poder falsificar las pistas del caso? Para colmo, el
dinero para esa coima fue proporcionado por el hoy también procesado presidente
de la DAIA ,
organización hermana de la AMIA !
Todo esto fue a causa
de una combinación muy triste de gobernantes cobardes, instituciones
republicanas débiles - especialmente el poder judicial argentino – aunado a una
prensa cómplice que de forma sistemática apoya el mensaje sionista y les ayuda
a difundir sus problemas al mejor “estilo del Holocausto”, a fin de generar
simpatía a su favor entre la opinión pública. Esto es tan cierto en la Argentina , como en la
mayoría de los países occidentales.
Bajo el gobierno del
Matrimonio Kirchner, las presiones sionistas lograron deformar la política
exterior de la
Argentina. Tan es así que los Kirchner han acusado formal y
falsamente al ex-presidente iraní Alí Rafsanjani y a siete miembros clave de su
gabinete - que incluye a Ahmad Vahidi, actual ministro de defensa del
presidente Ahmadinejad - de haber financiado y planificado el ataque a la AMIA a través de Hezboláh.
Todas estas
acusaciones se basan exclusivamente en inteligencia descaradamente falsa
proporcionada por la CIA
y el Mossad. ¿Alguien puede creer realmente que estos dos servicios de
inteligencia extranjeros sean imparciales y objetivos en este tema que
involucra a Israel e Irán? Toda esta situación es una burda farsa.
Hace más de quince
años que los tribunales argentinos vienen buscando pruebas de una supuesta
"conexión Irán - Siria - Hezboláh", que nunca han sido halladas, por
la sencilla pero poderosa razón de que tal coche bomba nunca existió.
Sin embargo, ambos
ataques terroristas cobran una dimensión mucho más clara y lógica cuando se los
inserta dentro de la lógica, ya no de una inexistente y burda "conexión
iraní", sino más bien de una mucho más concreta "conexión
israelí".
Echemos un vistazo a
lo que estaba ocurriendo en Israel en los años 90, cuando estos ataques
tuvieron lugar. En 1991, comenzó la Conferencia de Paz de Madrid. En Israel, el
Partido Laborista tenía claramente mayor popularidad y poder, especialmente
cuando el general Yitzhak Rabin ganó las elecciones a primer ministro en junio
de 1992. Rabin parecía estar intentando honestamente llegar a algún acuerdo
mutuo con los palestinos, lo que habría requerido la detención y el
desmantelamiento de buena parte de los asentamientos ilegales establecidos por
la ultra-derecha fundamentalista fanática de sionistas nazis que sostienen que
cualquier persona que ceda siquiera un centímetro de "sagrada tierra de
Israel", es un traidor.
Rabin y su grupo de
trabajo trató de seguir adelante con el proceso de paz y, en septiembre de
1993, lo vimos a Rabin, aunque a regañadientes, estrecharle la mano a Yasser
Arafat bajo la mirada atenta de Bill Clinton en los jardines de la Casa Blanca.
Seguidamente, Rabín llegó a principios de acuerdo con Siria para lograr la paz
definitiva sobre las Alturas del Golán, y también con Jordania. Rabin permitió
que Arafat regresara a Palestina tras 27 años de exilio, lo cual tuvo lugar a
principios de julio de 1994.
Baruch Goldstein.
Lo más moderado que
puede decirse es que los ultra-sionistas de derecha se volvieron locos. En
febrero de 1994, un judío neoyorquino de nombre Baruch Goldstein, miembro del
grupo fanático Kach, irrumpió en una mezquita en Hebrón y abrió fuego con su
ametralladora asesinando a más de 40 musulmanes que se encontraban orando en el
lugar.
Resulta muy
sospechoso que Goldstein lograra atravesar la seguridad israelí portando una
ametralladora, sin dificultad alguna. Goldstein fue muerto en ese acto y desde
entonces su tumba en Israel se ha convertido en un lugar de peregrinaje y culto
para la ultra-derecha sionista.
Observemos la
secuencia en la que ocurrieron estos eventos, ya que pocos días después, el 14
de julio de 1994, en un momento álgido en el desarrollo de esta lucha interna
insidiosa entre los sionistas y dentro del propio Estado de Israel, se produce
la voladura del edificio de la
AMIA. La conducción de la AMIA de entonces era pro-partido laborista, por
lo que ese atentado parece haber sido un claro «disparo de advertencia» de la
extrema derecha nazi-sionista contra Rabin y su gobierno laborista, orientado a
detener las negociaciones de «paz por territorio» con los palestinos.
Sin embargo,
pareciera que el primer ministro Rabin, que era un tipo duro, no «entendió el
mensaje». Así que, ¿cuándo llega a su punto culminante toda esta secuencia de
luchas internas? Pues, un 4 de noviembre de 1995 - sólo 16 meses después del
ataque a la AMIA
– cuando el primer ministro Rabin es asesinado al mejor estilo John Kennedy, en
las calles de Tel-Aviv, ya no por un neonazi, ni por un fundamentalista
islámico, sino por un tal Ygal Amir, un joven estudiante ultra-derechista
miembro del movimiento de colonos fanáticos relacionado con el servicio de
seguridad interior Shin Beth, que estaba siendo vigorosamente redimensionado
por Rabin.
Tras la muerte de
Rabin, Shimon Peres quedó como primer ministro durante un tiempo, pero en las
siguientes elecciones los laboristas fueron barridos cediendo el poder a la
ultra derecha sionista que pudo así instalarlo a Benjamin Netanyahu como primer
ministro en 1997. Desde entonces, la ultraderecha ha estado en el poder con
Ariel Sharon, Ehud Olmert, y hoy una vez más, Netanyahu.
Estas luchas
intestinas entre sionistas, tuvo como uno de sus episodios más sangrientos los
bombardeos de la Embajada
de Israel y, más tarde, del edificio de la AMIA en la República Argentina ,
que en aquél momento seguramente era percibida por los sionistas
ultra-derechistas como un reducto del laborismo. ¿Por qué Buenos Aires, usted
podrá preguntar? Simplemente porque la seguridad pública argentina ha sido
desde siempre, y lo sigue siendo hoy, muy débil. Por lo que las operaciones de
terror son relativamente más fáciles de llevar a cabo contra objetivos en la Argentina.
Sin embargo, y en
forma similar a los atentados del 11 de septiembre, a pesar de que han
demostrado una gran capacidad técnica para llevar a cabo este tipo de ataque de
“bandera falsa” (casi a la perfección, diría, utilizando bombas, demoliciones
controladas, y otros métodos), son sin embargo muy desprolijos al dejar sus
huellas en los lugares de los ataques, que luego quedan al descubierto debido a
las grandes incoherencias y contradicciones que han resultado imposibles de
explicar.
El problema con la Argentina es que en los
últimos cuarenta años nuestro Estado Nacional ha quedado tan erosionado, que ha
dejado de ser una institución soberana, para convertirse en una entelequia que
se asemeja más y más a una mera Administración Colonial. Ahora, ¿cómo se puede
esperar de una nación totalmente dependiente como la Argentina , pueda tener
un "poder judicial independiente"? ¡De ninguna manera!
Nuestro poder
judicial está al servicio de aquellas personas que realmente controlan y
dirigen a nuestro país, donde una red de poder global de think tanks (bancos de
cerebro), ONG’s, y grupos de presión siempre tienen la última palabra.
Esta red no sólo
incluye a entidades como el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR – Council on
Foreign Relations de EEUU), la Comisión Trilateral , la Conferencia Bilderberg ,
y Chatham House, sino que también la integran el Consejo Judío Mundial, AIPAC,
la logia masónica B’nai B’rith, la Organización Mundial
Sionista, la ADL ,
y el Congreso Judío Nortemericano, entre muchas otras. ¡Es esta red de poder la
que realmente manda y le tuerce el brazo a nuestro gobierno!
Hace un par de años,
el profesor de la
Universidad de Harvard Stephen Walt y profesor de la Universidad de Chicago
John Mearsheimer publicaron un libro fundamental titulado "El lobby
Israelí y la política exterior de EE.UU.", en el que demuestran de manera
sólida y consistente la manera en que las organizaciones sionistas controlan la
política exterior de EEUU en Oriente Medio. Su trabajo ha sido ampliamente
admirado en el extranjero, pero ha recibido escasa atención en los propios
Estados Unidos.
Si esta red de poder
ha logrado tanta influencia sobre los EE.UU., ¿se puede imaginar lo que podrá
hacer e un país débil como la República Argentina ? Naturalmente, los planes y
propuestas emanados de esta red mundial de los bancos de cerebros son
convenientemente avalados, apoyados y divulgados de la manera más conveniente
por los medios de comunicación globales. Ellos son los que deciden quienes
aparecerán como "buenos" y quienes como "malos" en las
pantallas y páginas de CNN, Fox News, The New York Times, Washington Post,
Financial Times, y así sucesivamente. Más aún, ellos son quienes deciden qué es
y qué no es noticia!
Antes de dejar de ser
formalmente presidente, Néstor Kirchner prácticamente impuso al país a su
esposa, Cristina, como su sucesora en el cargo de presidente. Previamente,
Cristina había sido legisladora e integró la comisión en el Congreso que
investigó el ataque a la
AMIA. Parece ser que en aquellos tiempos la senadora Kirchner
forjó una relación muy estrecha con las organizaciones sionistas.
.
Un año antes que
cambiaran de lugar entre ellos, el entonces presidente Néstor Kirchner, su
esposa Cristina y el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana,
participaron de una reunión secreta en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York
el 21 de septiembre de 2006, junto a ocho de las más importantes organizaciones
prosionistas y pro-Israel, que incluyó al Congreso Judío Norteamericano, la B ’nai B’rith, ADL y otros.
Nadie sabe de qué
hablaron porque, como digo, fue una reunión secreta. Sin embargo, un mes
después, los Kirchner despacharon al fiscal especial Alberto Nisman a los
EE.UU., quien se reunió con agentes de la CIA y del Mossad y, a su regreso, Nisman lanzó
una acusación formal contra el ex-gobierno iraní de Ali Rafsanjani. El actual
juez en este caso, Dr. Rodolfo Canicoba Corral, inmediatamente avaló y apoyó
las acusaciones.
Esta fue noticia de
primera plana en los diarios e inspiró al rabino Israel Singer, director
político del Congreso Judío Mundial, a «felicitar al gobierno argentino», por formalizar
«la denuncia contra Irán», ya que ello «confirmó el compromiso asumido por los
Kirchner en aquella reunión secreta».
¿Compromiso? ¿Para
hacer qué? ¿Por qué? ¿A cambio de qué? Así
es "la Argentina
democrática" que hoy tenemos… Un país dónde un presidente puede cometer
toda clase de irregularidades y hacer pactos espurios con agentes de potencias
extranjeras a plena luz del día, y no hay nada que el "ciudadano
común" puede hacer para detenerlos…
Los grupos de
lobbyistas sionistas en la
Argentina tienen un poder decisivo, no sólo sobre la política
exterior como vemos en el caso de la
AMIA , sino también sobre nuestros medios de comunicación,
banca, gobierno, universidades, ONG’s, y la vida cultural y social. Sin
embargo, fuentes oficiales indican que la cantidad de judíos que viven en
Argentina sería de apenas 200.000 – o sea, sólo el 0,5% de nuestra población de
40 millones de personas.
Ello obliga a
concluir que o bien los judíos conforman un grupo étnico cualitativamente
superior, lo que explicaría que estén tan sobre-representados en la vida social
de la Argentina ,
o tal vez - sólo tal vez - estén abusando de su bien conocida riqueza económica
y el poderoso apoyo internacional que reciben de las organizaciones sionistas y
del poder global de la red a la que me he referido, que siempre se ajusta a los
objetivos y los intereses sionistas.
¿Cuáles son los
intereses políticos locales e internacionales que vienen chocando respecto de
estos dos casos desde que tuvieran lugar?
Hay que ver todo esto
como parte de la prédica de los halcones israelíes y estadounidenses que en los
últimos años han tomado descaradamente a Irán como blanco de ataque, donde
todos los días oímos nuevas amenazas de ataque militar unilateral contra esa
nación pacífica, que, por cierto, jamás ha atacado ni invadido a ningún otro
país en tiempos modernos. Algo que apenas pueda decirse de EE.UU. e Israel - a
pesar de que John Kennedy alguna vez afirmara que EE.UU. jamás atacaría a otro
país.
Irán no sólo no ha
atacado a ninguna otra nación, sino que todo lo contrario ha sido atacada
reiteradamente por “Occidente”. Por ejemplo, en 1941, Churchill y Stalin
invadieron lo que entonces era Persia para tomar su petróleo, necesario para
librar su guerra contra Hitler.
En 1953, el presidente
iraní democráticamente elegido, Mahmoud Mossadegh, fue derrocado por un golpe
de Estado orquestado por la CIA ,
luego que nacionalizara las empresas petroleras extranjeras. Y, cuando en 1979
Irán finalmente se deshace del régimen pro-empresas petroleras de EEUUJ y Gran
Bretaña bajo el Shah Pahlevi, los EE.UU. arman inmediatamente al
"bueno" de entonces - que era Saddam Hussein - con armas de
destrucción masiva químicas, para que Irak pudiera lanzar una guerra brutal y
genocida contra Irán durante 8 largos años, en la década de los 80. Es todo un
récord!
Los judíos sionistas
locales - y muchos sionistas no-judíos también – se vienen manifestando
histéricamente a favor de Israel, en contra de Irán y anti-musulmanes.
Lamentablemente, aunque hay una parte sustancial de judíos anti-sionistas o
no-sionistas en la Argentina ,
pareciera que no se atreven a abrir la boca puesto que saben que, si lo hacen,
los grupos de presión sionista locales - con la AMIA y la
DAIA a la cabeza - inmediatamente los marcarán como «malos
judíos».
Es esencial que la
parte sana de la comunidad judía local se ponga de pie y asuma una posición
contraria a la prédica de la AMIA ,
la DAIA y la Embajada de Israel. Que
les espeten a estas entidades que no tienen derecho legítimo a decir que
"hablan en nombre de todos los judíos en la Argentina ".
Insistimos en que deben hablar, y hacerlo por sí mismos, como una forma de
auto-preservación. Sin embargo pareciera que las cadenas mentales y sus miedos
resultan demasiado fuertes de romper. Consecuentemente, no mucho puede
esperarse de este segmento de la comunidad.
Todos estos acontecimientos
con sus mentiras, distracciones, confusiones adrede, orientaciones equívocas y
giros errados parecieran tener un único beneficiario: el Estado de Israel.
Siempre ha sido así, y ello es totalmente injusto hacia la Argentina donde todos
los grupos étnicos y las razas que vinieron a nuestras costas conviven
pacíficamente. Es evidente que necesitamos identificar con mejor precisión a
las manzanas podridas entre nosotros.
Estos eventos han
sido organizados con el objeto de socavar la cooperación técnica y científica
entre la Argentina
e Irán en relación con el desarrollo de la energía atómica pacífica. Irán nunca
podría haber cometido estos ataques en Argentina, ya que ello habría sido
contrario a sus propios intereses. Israel parecería el culpable.
De hecho, la Argentina siempre estuvo
a la vanguardia en nuestra región en la investigación y desarrollo de
tecnologías nucleares. Todo esto se remonta a las acertadas políticas
impulsadas por el ex-presidente Juan Domingo Perón quien, más allá de
circunstanciales errores, siempre abogó a favor del Interés Nacional Argentino.
Tan pronto como Carlos Menem llegó al poder en 1989, se inclinó ante la presión
de George Bush padre y detuvo el acuerdo de cooperación nuclear que Argentina
mantenía en materia de tecnología nuclear con la República Islámica
de Irán.
Mientras tanto, los
iraníes parecen haber sido capaces de sustituir esto con tecnología china, rusa
y hasta alemana, de modo que el verdadero perdedor fue la Argentina , que perdió a
un socio comercial leal y a un aliado estratégico que tenía en Irán. El
encubrimiento inventado por la CIA ,
el Mossad israelí, la AMIA ,
la DAIA , los
Kirchner y otros, pretende que creamos que el presidente Rafsanjani planeó el
ataque a la AMIA
en venganza porque la
Argentina interrumpió el acuerdo de cooperación nuclear.
¿Qué similitudes hay
con otros ataques en los EE.UU. del 11 de septiembre 2001, en Londres el 7 de
julio de 2005 y en Madrid el 11 de marzo de 2006?
Todos parecen tener
la misma "huella digital", por así decirlo. Estos eventos de bandera
falsa todos tenían una casi perfecta realización técnica. O sea, los edificios
que se quería destruir y colapsar, lo hicieron, lo que refleja una capacidad
tecnológica y planificadora enorme;
Pero todos dejaron "cabos sueltos"
que resultaron imposibles de explicar de manera convincente, con lo que sus
mentiras terminaron quedando burdamente develadas;
Todos tuvieron episodios de pruebas plantadas
artificialmente;
Siempre murió “gente común” – o sea,
trabajadores y empleados - mientras que los “altos mandos” - embajadores,
directores generales, gobernadores, y multimillonarios – siempre parecen tener
la “suerte” de estar fuera de los edificios en el momento oportuno, y, por
último, todos ellos servían para apoyar la "guerra global contra el
terrorismo islámico".
En síntesis, todos
ellos se alinearon a la perfección con las necesidades circunstanciales de
Israel y sus objetivos: todos tuvieron la cobertura mediática «correcta» y las
explicaciones y justificaciones "políticamente correcta" que luego
son repetidas hasta la saciedad. Los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel
pertenecen a la misma liga que los atentados de bandera falsa del 11 de
septiembre, 7 de julio y 11 de marzo en Nueva York/Washington, Londres y Madrid,
respectivamente
¿Cómo se insertan
estos dos ataques en una más amplia estrategia global por parte del poder
sionista?
Los grupos de presión
sionistas, otros grupos de poder y ciertas ONG forman parte de una red
sumamente compleja e intrincada de una Red Global de Poder Privado que es
discreta – mas no secreta - que parece haber estado dirigiendo el mundo en las
últimas 6 o 7 décadas.
Son los que integran
el CFR (Council on Foreign Relations), la Comisión Trilateral ,
el grupo Bilderberg, AIPAC, y el Congreso Mundial Judío, entre muchos otros,
que incluye también a la AMIA
y la DAIA en la Argentina. Es esta
red de poder la que lleva a cabo la planificación a largo plazo para la elite
del Nuevo Orden Mundial.
Veamos el caso del
CFR, por ejemplo: se trata de unos 4500 miembros de gente muy inteligente,
especializada en una amplia gama de profesiones, todos dirigidos por un grupo
compacto de la personalidades verdaderamente poderosas - los Rockefeller, Bush,
Harriman, Schiff, Clinton, Warburg, Greenspan, Goldman Sachs, Forbes,
Rothschild, Wolfowitz, y muchos, muchos otros.
La función del CFR
consiste en ser un semillero que proporciona operadores clave y jóvenes
prometedores para que integran los directorios y las gerencias como ejecutivos
en las principales corporaciones estadounidenses (las S&P 1000) como
directores generales y otros puestos clave. Pero también dirigen los
principales bancos, y siempre dirigen los organismos multilaterales como el
FMI, el Banco Mundial y la OMC ,
como así también el Banco de la Reserva Federal.
Cuando decimos que
ellos dirigen estas organizaciones, significa que siempre hay algún miembro del
CFR o la Trilateral
a la cabeza de la organización y a cargo de sus áreas clave. Lo mismo ocurre en
el ámbito de los medios de comunicación. Y también determinan los paradigmas
«políticamente correctos» en la vida académica (a través de planes de estudio y
en los trabajos de sus principales académicos en las más influyentes
universidades).
Y, quizás, lo más
importante de todo, miembros del CFR/Trilateral se encuentran sistemáticamente
a cargo de los principales puestos del gobierno estadounidense en el ejecutivo,
los Departamentos de Estado, Tesoro, Defensa, en la CIA , el FBI, la NSA , las embajadas clave, la
justicia y en los puestos relevantes en el Congreso – independientemente de si
son formalmente republicanos o demócratas. Por encima de todo, claramente rige la Red de Poder Global Privada.
Veamos esto con una metáfora. Cuando uno, por ejemplo,
concurre al teatro para oír la Novena Sinfonía «Coral» de Beethoven, ¿qué vemos?
Más de 100 músicos, 4 cantantes solistas, y otros 100 cantantes del coro sobre
el escenario. Todos están listos para producir los sonidos correctos y la
música compuesta por Beethoven. Sin embargo, antes de poder empezar, aparece un
hombre en escena quién saluda brevemente, luego se pone de espalda a la
audiencia y, con su batuta, hace que la magia de Beethoven pueda comenzar
(...).
Este señor que se
para en medio de la fosa de la orquesta es el director y él es quien puede oír
exactamente cómo suenan todos y cada uno de los instrumentos y cantantes. Él es
quién debe asegurarse que todo suene bien – de la manera cómo Beethoven quería
que sonara. Y, ocurre a veces que los bronces tocan demasiado fuertes o los
violines demasiado bajo, o algún cantante se pierde. Es entonces que el
director de orquesta – pues de él se trata – debe asegurarse que los primeros
violines, segundos violines, violas, violon-cellos, contrabajos, maderas,
bronces, percusión, solistas y coro, hagan cada uno "lo suyo" en el
momento justo, con el volumen adecuado, y todo en perfecta armonía.
Pero el director no
hace las cosas a su antojo - ¡no, señor!. Él lleva todo a cabo según
instrucciones precisas anotadas en un trozo de papel que contiene la partitura
de la sinfonía de Beethoven, con instrucciones muy precisas en cuanto a ritmo,
volumen, sentimiento, etc. En otras palabras, el conductor dirige exactamente
lo que un hombre que murió en 1827 – Ludwig van Beethoven - quería que dirigiera
(...).
Esta metáfora ayuda a
comprender mejor cómo funciona realmente el actual orden mundial: la
contrapartida de cada grupo de instrumentos y cantantes son las corporaciones,
los bancos, las agencias multilaterales, las organizaciones, los medios de
comunicación, los puestos de gobierno, jefes militares, y así sucesivamente,
que son quienes realmente manejan el mundo. El director de la orquesta sería
aquí la compacta red de poder global de los think tanks, lobbies y grupos de
presión. La partitura musical sería el plan a largo plazo que vienen impulsando
los verdaderamente poderosos que dirigen este mundo desde hace largo tiempo.
Es una verdadera
vergüenza, sin embargo, que en lugar de producir la belleza como lo hacen los
músicos en la metáfora beethoveniana, hayan creado un mundo monstruoso basado
sobre la violencia, la injusticia, la codicia, la guerra, sangre, sudor y
lágrimas!
Lamentablemente en la Argentina casi nadie
entiende cómo funciona realmente el mundo! Y no sólo aquí. Lo mismo ocurre en
los EE.UU., Europa y en casi todas partes. Por eso es tan importante despertar
a la gente a esta realidad, incluso si tenemos que hacerlo uno por uno.
Se nos ha asignado un rol de proveedores de
materias primas baratas - energía, minería, alimentos y agua – con algunos
roles gerenciales locales para quienes deban administrar esta Argentina
proveedora de materias primas y riquezas a favor del modelo de Nuevo Orden
Mundial. O sea, siempre habrá lugar para una compacta y bien paga clase local
gerenciadora.
Por ello, la Argentina ha sido
mantenida artificialmente despoblada desde siempre. Hoy, tenemos el octavo
mayor territorio del mundo, y sin embargo, nuestra población es de tan sólo 40
millones de personas. Deberíamos ser 140 a 240 millones!
Peor aún, el 80% de
la población se encuentra hacinada en un puñado de mega-ciudades: Buenos Aires,
Córdoba, Rosario, Tucumán. Especialmente la parte sur de la Argentina – la Patagonia con sus casi
infinito recursos petrolíferos, de minería y de agua potable – se encuentra
casi deshabitada.
Las riquezas
acuíferas de la Patagonia
Los sionistas han
puesto los ojos sobre la
Patagonia - tanto en la parte argentina, chilena - desde hace
ya muchos años, ya que probablemente sigan manteniendo el viejo plan de crear
allí un segundo Estado judío. El fundador del sionismo, el Dr. Theodor Herzl,
menciona esto en su libro "Un Estado judío", publicado en 1896, que
dio inicio al movimiento sionista. El título de uno de sus capítulos lo dice
todo: se llama "¿Palestina o Argentina?" Dejo el resto librado a su
imaginación.
¿A dónde vamos desde
aquí?
Están decididos a
crear formalmente un Gobierno Mundial que sustituirá a la actual Globalización.
La globalización tiene todas las apariencias de un gobierno mundial, sin
embargo, es aún informal.
«Los eventos por
venir nos proyectan sus sombras hacia delante», decía el dramaturgo alemán Johann
Goethe alguna vez. Hacerse una idea de lo que se viene, es en cierta manera
como cuando tratamos de armar un rompecabezas, donde a medida que vamos uniendo
las piezas, empieza a aparecer una imagen determinada.
Ahora bien, si cuando
estamos haciendo esto se nos aparece una parte del cuadro que muestra la proa
de un barco, no hay que ser ningún genio para darse cuenta que lo que nos falta
es hallar las piezas que forman la proa de ese mismo barco. No buscaremos armar
un tren o un caballo. Y toda pieza de color azul las moveremos hacia arriba
pues probablemente formen partes del cielo y toda pieza de color verde la
moveremos hacia abajo pues probablemente formen el pasto del suelo.
A medida que vamos
haciendo esto, la imagen se hará cada vez más claro. Usted no necesita armar más
que el 60% de las piezas para tener una idea de toda la imagen. Se trata del
arte de usar el sentido común y la intuición para deducir las partes de la
imagen que aún falta completar. Pues lo mismo ocurre cuando pretendemos desentrañar
y comprender cómo funciona este Nuevo Orden Mundial: no es necesario tener
todas las piezas colocadas en su lugar para entender cómo es toda la imagen.
Basado en esto, yo digo que lo que se viene será un Gobierno Mundial FORMAL
público, dependiente de instancias superiores privadas.
Tendrá varios centros
especializados clave: Nueva York (como Capital Financiera del Mundo),
Washington DC (como capital administrativa militar de una fuerza armada
mundial), Londres (como la capital política, el «cerebro del mundo», según
Salbuchi, y Londres siempre lo ha sido), Roma (o más bien, el Vaticano, como la
«Centro Ecuménico Religioso Global», lo que explicaría por qué muchos clérigos
decadentes seguidores de Joseph Ratzinger se muestran tan ansiosos de
integrarse de manera «políticamente correcta» dentro del Nuevo Orden Mundial),
y finalmente Jerusalén será la «Capital Espiritual» del mundo, donde los
sionistas pretenden que el Globierno Mundial realice su sueño milenario de
entronizar al «Rey del Mundo».
Hay muchos fanáticos
fundamentalistas que quisieran que esta “profecía” se torne en «realidad», y
hace que muchos cristianos sionistas en los EE.UU. lo enlacen con la «Segunda
Venida». «La prueba» de ello, dicen, es el retorno de los judíos a Israel.
Ahora, les falta (re)construir el Tercer Templo de Salomón. El problema es que la Mezquita de la Roca , uno de los santuarios
más importante del Islam, se encuentra sobre ese sitio.
Fuente:
Adrian Salbuchi
Escritor, economista
y experto en globalización. Fundador del Movimiento por la Segunda República
Argentina.
James Fetzer
Profesor Emérito
McKnight en la Universidad
de Minnesota en Duluth, fundador de Scholars for 9/11 Truth.