Comienza una corriente que cree que EEUU ha provocado el terremoto con un nuevo arma que perfecciona para atacar a Irán en el futuro
"Un reporte preparado por la Flota Rusa del Norte estaría indicando que el sismo que ha devastado Haití fue el "claro resultado" de una prueba de la Marina Estadounidense por medio de una de sus "armas de terremotos". Siete días después del desastre, la teoría de la conspiración ya está organizada en Internet. Según ella, EEUU ha utilizado Haití como campo de pruebas de un potente arma capaz, entre otras cosas, de provocar terremotos.
La semana pasada quedó patente una vez más el potencial de las redes sociales para informar en Internet. Tras el terremoto en Haití, Twitter, Flickr, Facebook y YouTube se convirteron en la primera pieza de apoyo de los medios de todo el mundo, hasta que desplazaron a sus enviados especiales a la zona de la catástrofe.
Pero la selección de esa información se hace a veces a la misma velocidad que la producen estas nuevas vías de comunicación. Entonces se pueden cometer errores como el del informativo de Televisión Española, que emitió un vídeo falso de Haití. Ni han sido los primeros ni los últimos. El mes pasado, por ejemplo, el informativo de la cadena francesa TF1, emitió una supuesta imagen de las revueltas contra Mahmud Ahmadineyad en Irán, que en realidad se correspondía con una manifestación en Honduras contra el golpe de Estado de Micheletti.
Es complicado discernir entre la información veraz y la que no lo es en Internet. Sobre todo si esta nueva vía conspirativa tiene tantos apoyos. Tecleando en Google 'Haiti conspiracy' aparecen más de tres millones de entradas. Todas hablan de HAARP, un proyecto del Ejército estadounidense que empezó a desarrollarse a mediados de los años noventa y cuyo objetivo es poder controlar las condiciones atmosféricas.
Entre las supuestas aplicaciones prácticas que los creyentes de esta teoría le otorgan al High-frequency Active Auroral Research Program, están las de provocar tormentas, sequías y terremotos. El proyecto HAARP tiene su sede en Gakona, Alaska, y está definido en su página web como un programa de investigación de la ionosfera de la Tierra, con particular énfasis en su uso para mejorar las comunicaciones y la vigilancia con propósitos civiles y de defensa.
El concepto de Future Warfare
El HAARP creó mucha controversia en su momento. En mayo de 1998 el Groupe de Recherche et D'Information de la Paix et la Securité (GRIP por sus siglas en francés), publicó un estudio del ingeniero Luc Mampaey en el que se asegura que la aplicación militar de este programa puede tener unas consecuencias catastróficas.
Mampay sospecha de EEUU, no porque instalara esta base de estudio de la ionosfera, "nada distinto a las ya existentes", afirma, sino porque su control está exclusivamente limitado al Ejército. El investigador recuerda que "la modificación de la biosfera está prohibida por la Convención ENMOD de 1977", sin embargo también explica que el concepto de "guerra medioambiental" está muy presente en todos los manuales militares.
Entre las supuestas aplicaciones de HAARP estaría el llegar a redirigir asteroides contra hipotéticos enemigos
Es aquí cuando Mampaey habla de la Revolution in Military Affairs. Un programa que, según él, EEUU desarrolla desde hace décadas para dotar a su Ejército de la posibilidad de modificar las condiciones medioambientales, algo que denomina como Future Warfare. Esto es, las guerras del futuro, que estarían basadas en "el manejo óptimo de la información, del medioambiente, de los medios de comunicación y de nuevas armas de energía dirigida".
Sobre ese ansia norteamericano por modificar las condiciones atmosféricas cita también un estudio presentado a las Fuerzas Aéreas en 1996. Titulado 'Weather as a Force Multiplier: Owning the Weather in 2025', el documento, que aunque lo parezca no es el último guión de Steven Spielberg, presenta un supuesto enfrentamiento en 2025 de la Armada norteamericana contra un "cartel de la droga en Sudamérica". Los narcotraficantes sudamericanos, que gracias "a su posición económica y política" han comprado aviones a Rusia y China, están acostumbrados a volar entre las tormentas eléctricas "tan comunes en la zona ecuatorial". Pero los cazas estadounidenses no tendrían nada que temer si están diseñados para aguantar y controlar esas tormentas.
Basándose en las investigaciones de Arthur Westing, autor de estudios como Environmental Change and Security Project (ECSP) of Woodrow Wilson Center , Mampaey habla de los diferentes ámbitos en los que se podría desarrollar esta Future Warfare. La lista va desde lo más sencillo, que podría ser un "ataque a los ecosistemas" del supuesto enemigo con la "aplicación de agentes químicos" que destruyan la vida; pasando por el suelo y las reservas de agua, "provocando seísmoso erupciones volcánicas"; hasta llegar a un hipotético "ataque con asteroides", modificando la trayectoria de los pedruscos que caigan a la atmósfera.
La teoría de la conspiración
Independientemente de que el estudio de Mampaey pueda ser fiable o no, la información ha inundado la Red con una mezcolanza entre las teorías físicas y el supuesto objetivo real de EEUU: practicar en Haití lo que quiere hacer en Irán.
Según la información aparecida en muchas páginas webs y blogs, Barack Obama ha empleado el país caribeño como laboratorio de pruebas de una versión moderna de las diez plagas de Egipto.
Terremotos, inundaciones y sequías estarían entre ese tormento que EEUU tiene pensado para derrocar a Ahmadineyad. Todo ello ha sido aderezado con el despliegue del Ejército norteamericano en Haití.
EEUU, según el bulo que recorre Internet, estaría preparado para aplicar una versión moderna de las 10 plagas de Egipto contra Irán
No es la única teoría que ha aparecido sobre el terremoto. Las explicaciones a la catástrofe natural han ido de lo divino a lo humano. El republicano Pat Robertson afirmó la semana pasada que "Haití hizo un pacto con el diablo" y el presentador de radio Rush Limbaugh dijo que el despliegue humanitario de EEUU era una estrategia de Obama para "recuperar la confianza de la comunidad negra".
Es triste, pero ha habido muchas invenciones de este tipo en la historia de Internet. Y las que hablan sobre los recientes terremotos en cualquier parte del mundo apuntan directamente al HAARP. Le Monde, en una reseña del libro 'La Route de Gakona', de Jean-Paul Jody, habla de algunas de ellas.
Y en un artículo en noviembre del año pasado, el diario The Guardian recogía los cinco mitos militares más importantes, y que fueron reales en su origen, pero que tienen toda una legión de teorías en la Red: el escudo antimisiles impermeable de Reagan; las prácticas de la CIA para controlar la mente humana; otro proyecto para leer la mente y desarrollar técnicas para la guerra psicológica; la susodicha guerra del tiempo en la que se encuentra el programa HAARP; y la colaboración de las Fuerzas Armadas de EEUU con los alienígenas.
Teorías todas ellas que superan la realidad। Creer en ellas o no, depende de cada uno.
"Un reporte preparado por la Flota Rusa del Norte estaría indicando que el sismo que ha devastado Haití fue el "claro resultado" de una prueba de la Marina Estadounidense por medio de una de sus "armas de terremotos". Siete días después del desastre, la teoría de la conspiración ya está organizada en Internet. Según ella, EEUU ha utilizado Haití como campo de pruebas de un potente arma capaz, entre otras cosas, de provocar terremotos.
La semana pasada quedó patente una vez más el potencial de las redes sociales para informar en Internet. Tras el terremoto en Haití, Twitter, Flickr, Facebook y YouTube se convirteron en la primera pieza de apoyo de los medios de todo el mundo, hasta que desplazaron a sus enviados especiales a la zona de la catástrofe.
Pero la selección de esa información se hace a veces a la misma velocidad que la producen estas nuevas vías de comunicación. Entonces se pueden cometer errores como el del informativo de Televisión Española, que emitió un vídeo falso de Haití. Ni han sido los primeros ni los últimos. El mes pasado, por ejemplo, el informativo de la cadena francesa TF1, emitió una supuesta imagen de las revueltas contra Mahmud Ahmadineyad en Irán, que en realidad se correspondía con una manifestación en Honduras contra el golpe de Estado de Micheletti.
Es complicado discernir entre la información veraz y la que no lo es en Internet. Sobre todo si esta nueva vía conspirativa tiene tantos apoyos. Tecleando en Google 'Haiti conspiracy' aparecen más de tres millones de entradas. Todas hablan de HAARP, un proyecto del Ejército estadounidense que empezó a desarrollarse a mediados de los años noventa y cuyo objetivo es poder controlar las condiciones atmosféricas.
Entre las supuestas aplicaciones prácticas que los creyentes de esta teoría le otorgan al High-frequency Active Auroral Research Program, están las de provocar tormentas, sequías y terremotos. El proyecto HAARP tiene su sede en Gakona, Alaska, y está definido en su página web como un programa de investigación de la ionosfera de la Tierra, con particular énfasis en su uso para mejorar las comunicaciones y la vigilancia con propósitos civiles y de defensa.
El concepto de Future Warfare
El HAARP creó mucha controversia en su momento. En mayo de 1998 el Groupe de Recherche et D'Information de la Paix et la Securité (GRIP por sus siglas en francés), publicó un estudio del ingeniero Luc Mampaey en el que se asegura que la aplicación militar de este programa puede tener unas consecuencias catastróficas.
Mampay sospecha de EEUU, no porque instalara esta base de estudio de la ionosfera, "nada distinto a las ya existentes", afirma, sino porque su control está exclusivamente limitado al Ejército. El investigador recuerda que "la modificación de la biosfera está prohibida por la Convención ENMOD de 1977", sin embargo también explica que el concepto de "guerra medioambiental" está muy presente en todos los manuales militares.
Entre las supuestas aplicaciones de HAARP estaría el llegar a redirigir asteroides contra hipotéticos enemigos
Es aquí cuando Mampaey habla de la Revolution in Military Affairs. Un programa que, según él, EEUU desarrolla desde hace décadas para dotar a su Ejército de la posibilidad de modificar las condiciones medioambientales, algo que denomina como Future Warfare. Esto es, las guerras del futuro, que estarían basadas en "el manejo óptimo de la información, del medioambiente, de los medios de comunicación y de nuevas armas de energía dirigida".
Sobre ese ansia norteamericano por modificar las condiciones atmosféricas cita también un estudio presentado a las Fuerzas Aéreas en 1996. Titulado 'Weather as a Force Multiplier: Owning the Weather in 2025', el documento, que aunque lo parezca no es el último guión de Steven Spielberg, presenta un supuesto enfrentamiento en 2025 de la Armada norteamericana contra un "cartel de la droga en Sudamérica". Los narcotraficantes sudamericanos, que gracias "a su posición económica y política" han comprado aviones a Rusia y China, están acostumbrados a volar entre las tormentas eléctricas "tan comunes en la zona ecuatorial". Pero los cazas estadounidenses no tendrían nada que temer si están diseñados para aguantar y controlar esas tormentas.
Basándose en las investigaciones de Arthur Westing, autor de estudios como Environmental Change and Security Project (ECSP) of Woodrow Wilson Center , Mampaey habla de los diferentes ámbitos en los que se podría desarrollar esta Future Warfare. La lista va desde lo más sencillo, que podría ser un "ataque a los ecosistemas" del supuesto enemigo con la "aplicación de agentes químicos" que destruyan la vida; pasando por el suelo y las reservas de agua, "provocando seísmoso erupciones volcánicas"; hasta llegar a un hipotético "ataque con asteroides", modificando la trayectoria de los pedruscos que caigan a la atmósfera.
La teoría de la conspiración
Independientemente de que el estudio de Mampaey pueda ser fiable o no, la información ha inundado la Red con una mezcolanza entre las teorías físicas y el supuesto objetivo real de EEUU: practicar en Haití lo que quiere hacer en Irán.
Según la información aparecida en muchas páginas webs y blogs, Barack Obama ha empleado el país caribeño como laboratorio de pruebas de una versión moderna de las diez plagas de Egipto.
Terremotos, inundaciones y sequías estarían entre ese tormento que EEUU tiene pensado para derrocar a Ahmadineyad. Todo ello ha sido aderezado con el despliegue del Ejército norteamericano en Haití.
EEUU, según el bulo que recorre Internet, estaría preparado para aplicar una versión moderna de las 10 plagas de Egipto contra Irán
No es la única teoría que ha aparecido sobre el terremoto. Las explicaciones a la catástrofe natural han ido de lo divino a lo humano. El republicano Pat Robertson afirmó la semana pasada que "Haití hizo un pacto con el diablo" y el presentador de radio Rush Limbaugh dijo que el despliegue humanitario de EEUU era una estrategia de Obama para "recuperar la confianza de la comunidad negra".
Es triste, pero ha habido muchas invenciones de este tipo en la historia de Internet. Y las que hablan sobre los recientes terremotos en cualquier parte del mundo apuntan directamente al HAARP. Le Monde, en una reseña del libro 'La Route de Gakona', de Jean-Paul Jody, habla de algunas de ellas.
Y en un artículo en noviembre del año pasado, el diario The Guardian recogía los cinco mitos militares más importantes, y que fueron reales en su origen, pero que tienen toda una legión de teorías en la Red: el escudo antimisiles impermeable de Reagan; las prácticas de la CIA para controlar la mente humana; otro proyecto para leer la mente y desarrollar técnicas para la guerra psicológica; la susodicha guerra del tiempo en la que se encuentra el programa HAARP; y la colaboración de las Fuerzas Armadas de EEUU con los alienígenas.
Teorías todas ellas que superan la realidad। Creer en ellas o no, depende de cada uno.
Fuente: http://www.publico.es/internacional/286972/haiti/conspiracion/terremoto/eeuu/haarp/internet