Yasir Arafat, Shimon Peres y Isaac Rabin recibiendo
el Premio Nobel de la Paz en 1994, ese mismo año Isaac Rabin será asesinado y
la muerte de Arafat programada
En la mañana del 17 de marzo de 1992, se produjo una
tremenda explosión en el centro de la ciudad de Buenos Aires. El elegante
edificio de tres plantas que albergaba a la embajada de Israel había sufrido un
atentado con bombas, derrumbándose totalmente. La poderosa onda expansiva
destruyó ventanas y muros en edificios ubicados en la esquina de las calles
Arroyo y Suipacha. 29 personas murieron y 242 resultaron heridas. Veinte años
después, aún se desconoce la identidad de los autores de aquella barbarie…
Poco más de dos años después, este misterio sin resolver se
uniría a otro ataque con bombas en el centro de Buenos Aires aún más
devastador, que el 18 de julio de 1994 destruyó el edificio de la Asociación
Mutual Israelita Argentina -AMIA – a apenas una docena de cuadras de distancia,
esta vez matando a 85 personas e hiriendo a otras 300.
Desde entonces, ambas investigaciones se han visto
maliciosamente mal-administradas, artificialmente complicadas, descaradamente
interferidas por los gobiernos de Israel y los Estados Unidos, y groseramente
viciadas por corrupción, encubrimientos y mentiras, tanto locales como
extranjeras. Pasaron los años, ambas causas judiciales transitaron por las
manos de diferentes jueces, algunos de ellos luego enjuiciados, pero hoy ambos atentados
siguen sin resolverse. Israel y EEUU siguen buscando inculpar a Iran, Siria,
Hamas y Hezbollah… ¡A cualquier precio!
Israel insiste en que ambas explosiones fueron causadas por
“coches bomba”, pero esos supuestos vehículos jamás fueron hallados. El
edificio de la AMIA también era la sede del lobby sionista local DAIA –
Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas – entonces presidido por el
banquero Rubén Beraja quién aportó u$s 400.000 para sobornar a un estafador de
automóviles usados (¡con el acuerdo del juez en la causa, Juan Galeano!) para
que se inculpara a Hamas y Hezbollah (Beraja luego sería procesado y
encarcelado por la quiebra fraudulenta de su Banco Mayo..).
Para poder comprender todo esto, señalamos algunos aspectos
sutiles que nos pueden ayudar a comprender tanto el origen de estos ataques,
como también las complejas raíces del comportamiento israelí. Especialmente en
lo que se refiere a sus conflictos internos, a menudo muy violentos, existentes
dentro de Israel entre sectores moderados que genuinamente desean la paz con
los palestinos y la extrema derecha fundamentalista que pareciera estar
dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para sabotear la paz, creyendo así
asegurar que sus sueños mesiánicos de erigir el “Eretz Israel”: un imperio
judío que abarque desde el Nilo hasta el Éufrates.
Este conflicto adoptó un carácter global al extenderse sobre
la diáspora judía que incluye a la importante comunidad judía en la Argentina.
Veamos como los atentados en Argentina cobran una dimensión
distinta cuando se los inserta dentro de la cronología de hitos clave en este
conflicto intra-israelí:
30 Septiembre 1991 – Promovida por los EEUU, comienza la
Conferencia de Paz de Madrid entre palestinos e israelíes. El movimiento de
ultra derecha fundamentalista de colonos israelíes se pone en creciente pie de
guerra.
17 Marzo 1992 – A las 14:50, a poco de finalizar un almuerzo
para funcionarios de gobierno y de seguridad de alto rango con el embajador, y
retirarse los mismos del edificio de la embajada en Buenos Aires, explota la
terrible bomba.
13 Julio 1992 – Yitzhak Rabin es elegido primer ministro de
Israel. Rápidamente reorganiza al Shin Beth: el servicio secreto de Israel a
cargo de investigar a grupos fundamentalistas de colonos dentro del país, y de
brindar seguridad a las embajadas israelíes en el exterior.
Agosto 1992 – Rabin declara que Israel devolverá las Alturas
de Golán a Siria.
13 Septiembre 1993 – Israel y la Organización para la
Liberación Palestina suscriben los Acuerdos de Oslo, mutuamente reconociéndose;
fue el famoso apretón de manos entre Rabin, Arafat y Clinton en los jardines de
la Casa Blanca.
25 Febrero 1994 (Fiesta de Purim) – Un judío fanático de
EEUU, Baruj Goldstein, atraviesa fácilmente los controles de seguridad
israelíes en Hebrón portando una ametralladora y acribilla a palestinos que se
encuentran orando en la Mezquita de la Cueva de los Patriarcas, matando a 29 e
hiriendo a 125. Goldstein también fue muerto mas su tumba rápidamente se
convirtió en un lugar de peregrinaje para los colonos israelitas.
Febrero a Mayo 1994 – Se firman los Acuerdos de El Cairo
entre Israel y Palestina, estableciéndose las fronteras de Gaza y Jericó.
1 Julio 1994 – Luego de 27 años de exilio, Rabin autoriza
que Yasser Arafat regrese a Palestina. La furia entre los colonos más duros se
exacerba.
18 Julio 1994 – Atentado terrorista contra la sede del
edificio de la AMIA en Buenos Aires, cuya dirigencia de entonces era pro-Rabin
/ Laborista.
26 Octubre 1994 – Se firma un tratado de paz entre Israel y
Jordania.
28 Septiembre 1995 – Se firman los Acuerdos de Taba-Oslo II
sobre Palestina.
4 Noviembre 1995 – Durante un acto público en Tel-Aviv es
asesinado el primer ministro Yitzhak Rabin, no por un fundamentalista Islámico
ni por un neonazi, sino por un joven fundamentalista de nombre Ygal Amir (foto de la izquierda),
próximo al movimiento de colonos judíos y relacionado con Shin Beth. El
presidente de la Corte Suprema Meir Shamgar presidió la Comisión investigadora
del asesinato, concluyendo en marzo de 1996 que Shin Beth era responsable de
“exponer a Rabin a serios riesgos”, y omitió tomar acciones concretas ante las
amenazas de muerte contra Rabin provenientes de sectores judíos extremistas.
Las consecuencias geopolíticas del asesinato de Rabin fueron
realmente serias ya que el más moderado partido laborista fue rápidamente
desplazado por los líderes de la ultra derecha de los partidos Likud y Kadima:
Benjamin Netanyahu, Ariel Sharon, Ehud Olmert y, en la actualidad, nuevamente
Netanyahu, acompañado por el fundamentalista Avigdor Lieberman.
En cada aniversario de la muerte de Rabin, el grupo del
actual primer ministro Benjamin Netanyahu va a rendirle homenaje al asesino de
Rabin.
Desde entonces, Israel ha abandonado la política de “paz por
territorio”, reemplazándola por la limpieza étnica descripta por el ex
presidente de EEUU Jimmy Carter en su libro publicado en 2006 “Palestina: Paz
en lugar de Apartheid”.
Cuando ambos atentados en Argentina son insertados en de
este cronograma de hechos dentro de Israel, se empiezan a entrever las razones
por las que los mismos jamás han quedado resueltos.
Pues, por más que Israel (como siempre arrastrando a los
EEUU detrás de ella), insista en que Iran/Siria/Hamas/Hezbollah perpetraron
ambos atentados terroristas, e interfiera groseramente con los poderes judicial
y ejecutivo argentinos, aún falta investigar otra pista más verosímil y
plausible: que los servicios secretos y de inteligencia israelíes pudieran
haber estado directamente involucrados en ambos atentados, dentro de la lógica
de la creciente violencia intra-israelí que ocurría en los años noventa.
Dado que las obviamente falsas “pistas siria e iraní” jamás
lograron comprobarse, quizás sea ya hora que las autoridades argentinas e
internacionales investiguen una posible “pista israelí” en ambos atentados.
En el caso de la Embajada, en 1996 la corte Suprema de
Justicia argentina ordenó que la Academia Nacional de Ingeniería realizase una
investigación exhaustiva para determinar cuál fue el origen de aquella terrible
explosión. Dicha Academia concluyó que la explosión ocurrió en lo profundo del
edificio de la Embajada, lo que significa que, nuevamente, no hubo ningún coche
bomba.
En agosto de aquél año, se suscitó una fuerte polémica entre
el entonces presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, y el entonces
Embajador de Israel, Itzhak Aviram, en la que éste último insultó a la Corte a
raíz de sus conclusiones. Por supuesto ello se vio avalado en los medios de
difusión locales por el consabido griterío histérico de acusaciones de
“¡antisemitismo!”.
Ahora bien: si resultase ser verdad que hubo operativos
israelíes detrás de ambos atentados terroristas, entonces resulta muy importante
que la comunidad internacional insista en que ambos eventos queden debidamente
esclarecidos, de manera tal que todos podamos conocer quiénes fueron realmente
los responsables de semejante barbarie.
La terca insistencia de Israel de inculpar a Irán es hoy
utilizada por Israel, EEUU, Reino Unido y Francia como una excusa más para
armar un casus belli que les permita atacar a Irán unilateralmente. El ex
embajador israelí en Argentina Daniel Gazit, insistía en decir que “creemos que
la culpa la tiene Irán”; y hasta hablaba de un supuesto venidero “tercer ataque
terrorista contra intereses judíos en la Argentina”.
Si ello resultase cierto, ¿quiénes serán los que están
planeando semejante horror? Claramente, el mundo necesita tener una comprensión
más acabada de los ejes fundamentales que conforman las raíces del
comportamiento israelí.
Innegablemente, ello ayudará a promover la paz en el mundo.
Fuente: Adrian Salbuchi
No hay comentarios:
Publicar un comentario