Jim Marrs es uno de los periodistas especializados en conspiraciones más famosos del mundo. Tras el éxito de su libro Sociedades secretas. El poder en la sombra, explica cuáles son los antecedentes y las repercusiones del Nuevo Orden Mundial.
Aunque, haciendo un juego de palabras con su apellido (Mars significa “Marte” en inglés), Jim Marrs se define como un “marciano”, es en realidad uno de los investigadores sobre conspiraciones más serios del panorama internacional. Pasó cinco años preparando un libro sobre el 11-S que fue publicado en 2006 con el título de The Terror Conspiracy (La conspiración del terror), pero su trabajo no ha sido conocido en los países de habla hispana hasta la reciente aparicion de Rule by Secrecy (Sociedades secretas. El poder en la sombra), que ha permanecido durante varios meses en la lista de best sellers del New York Times. Su última obra, publicada el pasado mes de septiembre, aborda el tema de la visión remota. Se trata de uno de sus primeros textos, que no ha visto la luz hasta ahora. Se lo entrevistó en Estados Unidos antes de la elección de Obama, a este veterano periodista tejano, ex reportero de sucesos, sobre qué se esconde tras el Nuevo Orden Mundial y qué nos deparará a lo largo de los próximos años.
LA “DICTADURA BUSH”
No es la primera vez que Jim Marrs transmite sus acertadas impresiones sobre el futuro inmediato. En septiembre de 2002 vaticinó que la invasión de Irak era inminente. Y así sucedió. Formaba parte de un plan para fortalecer la “dictadura Bush” cuya principal arma consistió en extender el miedo a una posible III Guerra Mundial entre la población y lograr, con el apoyo de varias sociedades secretas, la neutralización de la ONU. A lo largo de los últimos cinco años las alarmas sobre supuestos ataques inminentes a distintos lugares históricos de EE.UU. han sido tan falsas como la originada cuando se divulgó que había sido frustrado un intento de hacer volar unos tanques de combustible cercanos al aeropuerto JFK de Nueva York. Al principio las advertencias sobre las amenazas que presuntamente pendían sobre el Golden Gate o sobre el Arco de Saint Louis funcionaron, pero la gente se dio cuenta pronto de que no tenían fundamento y de que en ocasiones incluso rozaban el ridículo. Por eso los ciudadanos fueron pasando de aceptar el recorte de sus libertades que imponían las autoridades apelando al patriotismo a desconfiar del sistema, pese a que la prensa ha seguido alertando sobre posibles brechas en el sistema de seguridad. Se han rendido a la evidencia de que desde 2001 no se ha producido ataque terrorista alguno en suelo estadounidense, pero sí los ha habido en otros países.
Aun así, crear una sensación de inseguridad para manipular a las familias a través del miedo sigue siendo la consigna lanzada por los integrantes de una anónima pirámide de poder. Muy pocos periodistas intentan averiguar quién lo detenta en realidad. Marrs es uno de ellos. “Los grupos de poder ocultos que sostienen a Bush han sabido ejecutar su plan con la precisión de quien sabe tocar un violín Stradivarius”, afirma con implacable seguridad el periodista, que teme que el futuro de Estados Unidos sea un nuevo tipo de fascismo. Los primeros efectos ya son patentes: “Durante los últimos años hemos vivido un retroceso de los principios que nos transmitieron los padres fundadores de nuestro país. Ya no se toman decisiones a escala regional o local; todo está centralizado. Tendremos que luchar por un gobierno más transparente que respete nuestra privacidad”, señala.
EL MONTAJE DEL 11-S
A su juicio, en los atentados del 11S se repitió la misma estrategia que inspiró el ataque contra Pearl Harbor. Hace más de medio siglo, el general Marshall y el presidente Roosevelt sabían cuándo y cómo se iba a producir la matanza que desencadenó la participación de Estados Unidos en la II Guerra Mundial y permitieron que sucediera, ocasionando la muerte de 3.000 estadounidenses, una cifra de víctimas casi idéntica a la del World Trade Center.
Pero los ataques terroristas de 2001 tuvieron una antesala incluso en el mismo lugar. ¿Por qué se hizo caso omiso a esos indicios?
Efectivamente, en 1993 se perpetró un primer ataque contra el World Trade Center y ya durante el primer juicio salieron a la luz trapos sucios que implicaban inicialmente al FBI. El FBI sabía que el World Trade Center iba a ser atacado. El oficial del Ejército de origen egipcio que introdujo a la célula terrorista responsable del atentado ofreció al FBI cambiar los explosivos por otros defectuosos para que no causaran daños, pero la citada agencia no permitió que lo hiciera, aun sabiendo que habría muertos, cientos de heridos y billones de dólares en pérdidas.
¿Cómo es posible que no tengamos más datos objetivos sobre la trastienda del 11-S después de todo este tiempo?
Debido al control de la información a través de de los medios de comunicación sabemos muy poco sobre lo que sucedió en septiembre de 2001. Hay sólo cinco corporaciones multimedia que controlan todo lo que vemos, oímos o leemos. Y en septiembre de 2002 todas las pruebas importantes ya habían sido destruidas. Yo mismo tuve que autoeditar el libro Inside Job (delito cometido por alguien de dentro de la empresa en la que ha tenido lugar) para poder hacer públicos los resultados de mi investigación, ya que la editorial que había publicado mis anteriores obras, Harper Collins, canceló el contrato que había suscrito conmigo para sacarlo al mercado a finales de 2002.
¿Por qué hicieron desaparecer las pruebas sobre el 11-S?
Porque todo fue una cortina de humo. Sucedió algo parecido a lo que hizo Hitler con la quema del Reichstag, un atentado del que acusó a los comunistas y que le sirvió para dar carta blanca a Himmler para crear los cuerpos de seguridad nazis y los campos de concentración.
Recuerdo aquella mañana y cómo vi todo por televisión desde el lugar de la costa atlántica de EE.UU. en el que vivo. No daba crédito a la forma en que los medios de comunicación estaban retransmitiendo la catástrofe.
El FBI lanzó aquellas primeras versiones contradictorias, como hace siempre... La explicación oficial sobre el suceso del Pentágono es que el impacto del avión, el vuelo 77, apenas dejó restos porque cuando cayó ya se había desintegrado en el aire. Era un Boeing 747, muchísimo más grande que la pared que supuestamente se derrumbó por el impacto. El FBI no ha mostrado fotos ni siquiera de los restos del fuselaje de la nave.
Se habla de que en realidad era un proyectil. Incluso un periodista francés, Thierry Meyssan ha publicado un libro muy bien documentado sobre esa hipótesis.
No hay que ser un genio para calcular que una aeronave de ese tipo provocaría mucha más destrucción que una humareda y unos escombros si se estrellara contra el Pentágono.
Por otro lado, hace poco unos periodistas que habían acudido a un acto de apoyo al alcalde de Nueva York en aquella fecha, Rudolph Giuliani, le pidieron que aclarara unas declaraciones que hizo en directo en la tarde del 11 de septiembre y que demostraban que se le había avisado de que abandonara su oficina, situada bajo una de las Torres Gemelas, poco antes de que ésta se derrumbara. La pregunta es por qué no alertaron a los trescientos bomberos que estaban dentro de ese infierno.
Giuliani está en una etapa muy delicada, ya que, como aspirante a ser candidato de los republicanos en las próximas elecciones presidenciales, no le interesa que se difundan más datos sobre los errores que cometió tras la destrucción de las Torres Gemelas.
Efectivamente. Lo que no pueden imaginar los lectores es que los tentáculos de este personaje llegan hasta España a través de la superautopista CANAMEX, que, partiendo desde México, atravesará Estados Unidos y Canadá con sus ocho carriles. Los beneficiados por la globalización impuesta por el Nuevo Orden Mundial podrán transportar sus productos a lo largo de estos tres países sin cortapisa alguna: no estarán controlados por las aduanas ni tendrán que rendir cuentas ante los sindicatos o ante cualquier tipo de organización que defienda los derechos de los trabajadores. El gobernador de Texas, Rick Perry, ha llegado a un acuerdo con la compañía española Cintra para que ésta construya la superautopista y sea su concesionaria a lo largo de miles de kilómetros. Las ganancias no se quedarán en Estados Unidos, sino que irán hacia España y sus asociados europeos. Pues bien, la representación legal de esta empresa corresponde nada más y nada menos que a Bricewell Giuliani, el despacho de abogados del ex alcalde de Nueva York. La autopista CANAMEX tendrá muy pocas salidas y el peaje será muy caro. Una de ellas será una zona franca situada en Kansas City (Missouri) que estará operada por trabajadores mexicanos. El Gobierno de México está presionando para declarar esta zona libre de impuestos “región soberana del Estado mexicano”. Imagínese la que se puede armar.
HILLARY CLINTON , EN LA CASA BLANCA
¿Será Giuliani el próximo presidente de Estados Unidos?
No lo creo. La Administración Bush seguirá hundiéndose hasta los próximos comicios, previstos para noviembre de 2008. La gente estará tan decepcionada con los republicanos que ganarán los demócratas y Hillary Clinton llegará a la Casa Blanca. Ya en 1992 hubo indicios de que esto podría suceder. Ese mismo año se convirtió en la única primera dama de la historia que ha acudido a las reuniones secretas del grupo Bilderberg (monográfico nº 46). Y no sólo eso, sino que fue la encargada de recibir a los invitados, una de las fórmulas de iniciación de los protegidos por los jerarcas superiores de esta sociedad secreta. Esa relación con el grupo Bilderberg es lo que tal vez llevó a Bill Clinton en la década de 1990 a proseguir los bombardeos sobre Irak que había iniciado su antecesor en la Presidencia, George Bush.
¿Qué puede contarnos sobre el grupo Bilderberg?
Puedo identificar a muchos de los miembros de esta élite económica que mueve los hilos del poder, pero la mayoría no son personas conocidas. Curiosamente, su fundador fue un nazi holandés, el príncipe Bernardo de Holanda, invitado por Joseph Retinger. El grupo Bilderberg fue el impulsor del Mercado Común Europeo, un movimiento que terminaría concretándose en la nueva Europa, en la Unión Europea, con la unificación de la moneda y de las aduanas. Casi todo el mundo piensa que esta estrategia sólo tiene consecuencias económicas, pero muchos países se quejan de que han ido perdiendo su soberanía nacional y su identidad cultural. En este sentido, el escritor George Orwell fue un auténtico visionario. En su novela 1984, escrita en 1948, pronosticó que el planeta estaría dividido en tres bloques económicos, lo cual está sucediendo ya.
¿Y qué otras circunstancias históricas pueden ser atribuidas a la actuación directa de poderes económicos ocultos?
Los banqueros de Europa fueron los responsables del triunfo del comunismo, sobre todo en Rusia, y de sus problemas administrativos. La convirtieron en una zona propicia para, después de desestabilizarla, retomar el control a partir de la imposición de una autoridad central. Éste era el plan derivado de la visión de los Rothschild, que se extendió también a otros países europeos.
PODERES OCULTOS
Volvamos a la actualidad y a Estados Unidos. ¿Hay alguna diferencia entre los demócratas y los republicanos?
–No. Como ejemplo, le puedo contar una anécdota narrada por el miembro de un lobby republicano de Washington, George Greene.Cuenta que en cierta ocasión se reunió en Aspen (Colorado) con el ex secretario de Estado Henry Kissinger y con el ex jefe de la Reserva Federal Paul Volcker, que querían convencerlo para que participara en la captación de fondos para la campaña presidencial del demócrata Jimmy Carter. Escandalizado, Greene defendió su posición politica hasta que Volker lo tranquilizó diciéndole: “No te preocupes, controlamos ambos partidos”. Tanto Bill Clinton como George W. Bush han respondido como marionetas a los mandatos de los poderes económicos. Clinton estuvo a punto de ser expulsado del poder, con la excusa de haber tenido un desliz con la becaria Mónica Lewinsky, porque se opuso a varias órdenes de quienes realmente manejan los hilos. El poder real está escondido, permanece agazapado, es absolutamente secreto.
¿Existen pruebas que demuestren la injerencia de los poderes ocultos en el Gobierno de EE.UU.?
Los impulsores de la globalización económica controlan tanto el partido republicano como el partido demócrata. Quedó demostrado en las últimas elecciones presidenciales, en las que ambos candidatos, tanto George W. Bush como John Kerry, eran miembros de la fraternidad Skull Bones, fraternidad estudiantil de la Universidad de Yale cuyos miembros siempre terminan alcanzando puestos de gran responsabilidad en la Administración estadounidense.
¿Y cuál es el papel que juega Estados Unidos en la globalización?
Estados Unidos es el pilar del Nuevo Orden Mundial con su tradición de individualismo y libertad de empresa, sumados a las diez enmiendas garantizadas por la Constitución y, además, a las armas. Muchas multinacionales del sector armamentístico obtuvieron millones de dólares de beneficios colocando minas terrestres contra los comunistas con la excusa “salvemos a los niños”. Esas mismas empresas, representadas por compañías como Raytheon o General Dynamics, volvieron a hacer dinero años más tarde al ser contratadas para desactivar las minas por otros regímenes.
¿SABÍAS QUÉ...
El abuelo del actual presidente de EE.UU., Prescott Bush, se dedicó a negociar con los nazis a traves de la Union Bank Corporation, pese a que las leyes estadounidenses de la época lo prohibían.
GRANDES CAPITALES: LA CONEXIÓN NAZI
Jim Marrs sostiene que las grandes empresas que dirigen los destinos del mundo están directamente relacionadas con una de las etapas históricas más ominosas: “Ganamos a los alemanes en la II Guerra Mundial, pero no derrotamos a los nazis. Muchos de ellos escaparon con oro. Ese oro fue repartido, ha sido donado a las 757 grandes empresas que gobiernan el planeta. Y éstas no lo van a soltar fácilmente...”.
DEL ASESINATO DE KENNEDY... A LOS EXTRATERRESTRES
Jim Marrs saltó a la fama con sus investigaciones sobre el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, plasmadas en 1990 en el best seller Crossfire (Fuego cruzado). Este impresionante trabajo de investigación periodística fue adaptado para el cine por el controvertido Oliver Stone en la galardonada JFK.
El interés por resolver el misterio de la muerte de Kennedy lo condujo al mundo de los ovnis y se concretó en 1997 en otro bes seller, Alien Agenda, uno de los últimos libros sobre el tema que tuvo éxito en plena época de decadencia del fenómeno. Para muchos, Marrs se convirtió con este título en ufólogo y conspiracionista, pues en sus páginas convergían la relación de los hermanos Kennedy con Marilyn Monroe y el encubrimiento de lo que realmente ocurrió en Roswell. Marrs está convencido de que este suceso estuvo relacionada con el asesinato del presidente. De comprobarse su veracidad, ciertos documentos del MJ12, el supuesto comité creado por el presidente Harry Truman en 1947 para investigar la visita de alienígenas a la Tierra, explicarían por qué fue asesinado Kennedy: al parecer, éste estaba tratando de negociar con los soviéticos un acuerdo vinculado a su programa espacial para investigar el fenómeno OVNI.
OPERACIÓN NORWOOD CONTRA CUBA: A ESPALDAS DE KENNEDY
Tras el éxito de la película JFK, el Congreso de EE.UU. hizo públicos en 1991 algunos documentos secretos que confirmaban lo que sostenía Jim Marrs en su libro Crossfire, como la existencia de un plan para invadir Cuba montado por el Pentágono a espaldas del presidente Kennedy. “La Operación Norwood” se puso en marcha después de que Kennedy se enfadara por el fracaso del intento de invasión de Bahía Cochinos. Preveía organizar secuestros de aviones y bombardeos y atribuirselos a los cubanos para justificar una invasión de la isla. Cuando Kennedy se enteró, se negó a darle el visto bueno y el plan fue arrinconado”, explica Marrs.
TEMPLARIOS OMNIPRESENTES: TESOROS EN EL DEUTSCHE BANK
A Jim Marrs le interesa tanto el futuro como el pasado. Ha podido explicar muchos de los enigmas del presente indagando en el ayer. Es así como los templarios, a los que define como los creadores de las tarjetas de crédito, han llegado a ser para él materia de investigación. También ha seguido la línea de sangre de los merovingios y ha llegado a la conclusión de que parte del oro que salió del Templo de Salomón en manos de los caballeros templarios terminó en la Argentina peronista a través de bancos suizos y, sobre todo, del Deutsche Bank.
MANIPULACIÓN EN EE.UU: EL ORIGEN
La estrategia de recortar las libertades individuales y acallar las voces críticas que llega de Estados Unidos no es algo nuevo. Jim Marrs sitúa su origen en 1947: “El 25 de septiembre de 1947 el entonces presidente de EE.UU., Harry Truman, fue prácticamente obligado a endurecer la Ley de Seguridad centralizando los servicios de inteligencia y añadiendo ciertos artículos que servían para neutralizar cualquier oposición que pudiera venir del Congreso, de los medios de comunicación o del público en general. Estados Unidos ha estado vulnerando su propia Constitución desde entonces, pues esta normativa sigue vigente. Aunque la madre de Truman se estaba muriendo, no lo dejaron salir de Washington hasta que la legislación –que había firmado nada menos que el 4 de julio anterior, el mismo día en que se produjo el incidente de Roswell– estuviera vigente. Truman no llegó a tiempo de despedirse de su madre. Sólo pudo asistir al funeral. Estos hechos se produjeron, además, en paralelo a la creación del Consejo de Seguridad Nacional”.
Aunque, haciendo un juego de palabras con su apellido (Mars significa “Marte” en inglés), Jim Marrs se define como un “marciano”, es en realidad uno de los investigadores sobre conspiraciones más serios del panorama internacional. Pasó cinco años preparando un libro sobre el 11-S que fue publicado en 2006 con el título de The Terror Conspiracy (La conspiración del terror), pero su trabajo no ha sido conocido en los países de habla hispana hasta la reciente aparicion de Rule by Secrecy (Sociedades secretas. El poder en la sombra), que ha permanecido durante varios meses en la lista de best sellers del New York Times. Su última obra, publicada el pasado mes de septiembre, aborda el tema de la visión remota. Se trata de uno de sus primeros textos, que no ha visto la luz hasta ahora. Se lo entrevistó en Estados Unidos antes de la elección de Obama, a este veterano periodista tejano, ex reportero de sucesos, sobre qué se esconde tras el Nuevo Orden Mundial y qué nos deparará a lo largo de los próximos años.
LA “DICTADURA BUSH”
No es la primera vez que Jim Marrs transmite sus acertadas impresiones sobre el futuro inmediato. En septiembre de 2002 vaticinó que la invasión de Irak era inminente. Y así sucedió. Formaba parte de un plan para fortalecer la “dictadura Bush” cuya principal arma consistió en extender el miedo a una posible III Guerra Mundial entre la población y lograr, con el apoyo de varias sociedades secretas, la neutralización de la ONU. A lo largo de los últimos cinco años las alarmas sobre supuestos ataques inminentes a distintos lugares históricos de EE.UU. han sido tan falsas como la originada cuando se divulgó que había sido frustrado un intento de hacer volar unos tanques de combustible cercanos al aeropuerto JFK de Nueva York. Al principio las advertencias sobre las amenazas que presuntamente pendían sobre el Golden Gate o sobre el Arco de Saint Louis funcionaron, pero la gente se dio cuenta pronto de que no tenían fundamento y de que en ocasiones incluso rozaban el ridículo. Por eso los ciudadanos fueron pasando de aceptar el recorte de sus libertades que imponían las autoridades apelando al patriotismo a desconfiar del sistema, pese a que la prensa ha seguido alertando sobre posibles brechas en el sistema de seguridad. Se han rendido a la evidencia de que desde 2001 no se ha producido ataque terrorista alguno en suelo estadounidense, pero sí los ha habido en otros países.
Aun así, crear una sensación de inseguridad para manipular a las familias a través del miedo sigue siendo la consigna lanzada por los integrantes de una anónima pirámide de poder. Muy pocos periodistas intentan averiguar quién lo detenta en realidad. Marrs es uno de ellos. “Los grupos de poder ocultos que sostienen a Bush han sabido ejecutar su plan con la precisión de quien sabe tocar un violín Stradivarius”, afirma con implacable seguridad el periodista, que teme que el futuro de Estados Unidos sea un nuevo tipo de fascismo. Los primeros efectos ya son patentes: “Durante los últimos años hemos vivido un retroceso de los principios que nos transmitieron los padres fundadores de nuestro país. Ya no se toman decisiones a escala regional o local; todo está centralizado. Tendremos que luchar por un gobierno más transparente que respete nuestra privacidad”, señala.
EL MONTAJE DEL 11-S
A su juicio, en los atentados del 11S se repitió la misma estrategia que inspiró el ataque contra Pearl Harbor. Hace más de medio siglo, el general Marshall y el presidente Roosevelt sabían cuándo y cómo se iba a producir la matanza que desencadenó la participación de Estados Unidos en la II Guerra Mundial y permitieron que sucediera, ocasionando la muerte de 3.000 estadounidenses, una cifra de víctimas casi idéntica a la del World Trade Center.
Pero los ataques terroristas de 2001 tuvieron una antesala incluso en el mismo lugar. ¿Por qué se hizo caso omiso a esos indicios?
Efectivamente, en 1993 se perpetró un primer ataque contra el World Trade Center y ya durante el primer juicio salieron a la luz trapos sucios que implicaban inicialmente al FBI. El FBI sabía que el World Trade Center iba a ser atacado. El oficial del Ejército de origen egipcio que introdujo a la célula terrorista responsable del atentado ofreció al FBI cambiar los explosivos por otros defectuosos para que no causaran daños, pero la citada agencia no permitió que lo hiciera, aun sabiendo que habría muertos, cientos de heridos y billones de dólares en pérdidas.
¿Cómo es posible que no tengamos más datos objetivos sobre la trastienda del 11-S después de todo este tiempo?
Debido al control de la información a través de de los medios de comunicación sabemos muy poco sobre lo que sucedió en septiembre de 2001. Hay sólo cinco corporaciones multimedia que controlan todo lo que vemos, oímos o leemos. Y en septiembre de 2002 todas las pruebas importantes ya habían sido destruidas. Yo mismo tuve que autoeditar el libro Inside Job (delito cometido por alguien de dentro de la empresa en la que ha tenido lugar) para poder hacer públicos los resultados de mi investigación, ya que la editorial que había publicado mis anteriores obras, Harper Collins, canceló el contrato que había suscrito conmigo para sacarlo al mercado a finales de 2002.
¿Por qué hicieron desaparecer las pruebas sobre el 11-S?
Porque todo fue una cortina de humo. Sucedió algo parecido a lo que hizo Hitler con la quema del Reichstag, un atentado del que acusó a los comunistas y que le sirvió para dar carta blanca a Himmler para crear los cuerpos de seguridad nazis y los campos de concentración.
Recuerdo aquella mañana y cómo vi todo por televisión desde el lugar de la costa atlántica de EE.UU. en el que vivo. No daba crédito a la forma en que los medios de comunicación estaban retransmitiendo la catástrofe.
El FBI lanzó aquellas primeras versiones contradictorias, como hace siempre... La explicación oficial sobre el suceso del Pentágono es que el impacto del avión, el vuelo 77, apenas dejó restos porque cuando cayó ya se había desintegrado en el aire. Era un Boeing 747, muchísimo más grande que la pared que supuestamente se derrumbó por el impacto. El FBI no ha mostrado fotos ni siquiera de los restos del fuselaje de la nave.
Se habla de que en realidad era un proyectil. Incluso un periodista francés, Thierry Meyssan ha publicado un libro muy bien documentado sobre esa hipótesis.
No hay que ser un genio para calcular que una aeronave de ese tipo provocaría mucha más destrucción que una humareda y unos escombros si se estrellara contra el Pentágono.
Por otro lado, hace poco unos periodistas que habían acudido a un acto de apoyo al alcalde de Nueva York en aquella fecha, Rudolph Giuliani, le pidieron que aclarara unas declaraciones que hizo en directo en la tarde del 11 de septiembre y que demostraban que se le había avisado de que abandonara su oficina, situada bajo una de las Torres Gemelas, poco antes de que ésta se derrumbara. La pregunta es por qué no alertaron a los trescientos bomberos que estaban dentro de ese infierno.
Giuliani está en una etapa muy delicada, ya que, como aspirante a ser candidato de los republicanos en las próximas elecciones presidenciales, no le interesa que se difundan más datos sobre los errores que cometió tras la destrucción de las Torres Gemelas.
Efectivamente. Lo que no pueden imaginar los lectores es que los tentáculos de este personaje llegan hasta España a través de la superautopista CANAMEX, que, partiendo desde México, atravesará Estados Unidos y Canadá con sus ocho carriles. Los beneficiados por la globalización impuesta por el Nuevo Orden Mundial podrán transportar sus productos a lo largo de estos tres países sin cortapisa alguna: no estarán controlados por las aduanas ni tendrán que rendir cuentas ante los sindicatos o ante cualquier tipo de organización que defienda los derechos de los trabajadores. El gobernador de Texas, Rick Perry, ha llegado a un acuerdo con la compañía española Cintra para que ésta construya la superautopista y sea su concesionaria a lo largo de miles de kilómetros. Las ganancias no se quedarán en Estados Unidos, sino que irán hacia España y sus asociados europeos. Pues bien, la representación legal de esta empresa corresponde nada más y nada menos que a Bricewell Giuliani, el despacho de abogados del ex alcalde de Nueva York. La autopista CANAMEX tendrá muy pocas salidas y el peaje será muy caro. Una de ellas será una zona franca situada en Kansas City (Missouri) que estará operada por trabajadores mexicanos. El Gobierno de México está presionando para declarar esta zona libre de impuestos “región soberana del Estado mexicano”. Imagínese la que se puede armar.
HILLARY CLINTON , EN LA CASA BLANCA
¿Será Giuliani el próximo presidente de Estados Unidos?
No lo creo. La Administración Bush seguirá hundiéndose hasta los próximos comicios, previstos para noviembre de 2008. La gente estará tan decepcionada con los republicanos que ganarán los demócratas y Hillary Clinton llegará a la Casa Blanca. Ya en 1992 hubo indicios de que esto podría suceder. Ese mismo año se convirtió en la única primera dama de la historia que ha acudido a las reuniones secretas del grupo Bilderberg (monográfico nº 46). Y no sólo eso, sino que fue la encargada de recibir a los invitados, una de las fórmulas de iniciación de los protegidos por los jerarcas superiores de esta sociedad secreta. Esa relación con el grupo Bilderberg es lo que tal vez llevó a Bill Clinton en la década de 1990 a proseguir los bombardeos sobre Irak que había iniciado su antecesor en la Presidencia, George Bush.
¿Qué puede contarnos sobre el grupo Bilderberg?
Puedo identificar a muchos de los miembros de esta élite económica que mueve los hilos del poder, pero la mayoría no son personas conocidas. Curiosamente, su fundador fue un nazi holandés, el príncipe Bernardo de Holanda, invitado por Joseph Retinger. El grupo Bilderberg fue el impulsor del Mercado Común Europeo, un movimiento que terminaría concretándose en la nueva Europa, en la Unión Europea, con la unificación de la moneda y de las aduanas. Casi todo el mundo piensa que esta estrategia sólo tiene consecuencias económicas, pero muchos países se quejan de que han ido perdiendo su soberanía nacional y su identidad cultural. En este sentido, el escritor George Orwell fue un auténtico visionario. En su novela 1984, escrita en 1948, pronosticó que el planeta estaría dividido en tres bloques económicos, lo cual está sucediendo ya.
¿Y qué otras circunstancias históricas pueden ser atribuidas a la actuación directa de poderes económicos ocultos?
Los banqueros de Europa fueron los responsables del triunfo del comunismo, sobre todo en Rusia, y de sus problemas administrativos. La convirtieron en una zona propicia para, después de desestabilizarla, retomar el control a partir de la imposición de una autoridad central. Éste era el plan derivado de la visión de los Rothschild, que se extendió también a otros países europeos.
PODERES OCULTOS
Volvamos a la actualidad y a Estados Unidos. ¿Hay alguna diferencia entre los demócratas y los republicanos?
–No. Como ejemplo, le puedo contar una anécdota narrada por el miembro de un lobby republicano de Washington, George Greene.Cuenta que en cierta ocasión se reunió en Aspen (Colorado) con el ex secretario de Estado Henry Kissinger y con el ex jefe de la Reserva Federal Paul Volcker, que querían convencerlo para que participara en la captación de fondos para la campaña presidencial del demócrata Jimmy Carter. Escandalizado, Greene defendió su posición politica hasta que Volker lo tranquilizó diciéndole: “No te preocupes, controlamos ambos partidos”. Tanto Bill Clinton como George W. Bush han respondido como marionetas a los mandatos de los poderes económicos. Clinton estuvo a punto de ser expulsado del poder, con la excusa de haber tenido un desliz con la becaria Mónica Lewinsky, porque se opuso a varias órdenes de quienes realmente manejan los hilos. El poder real está escondido, permanece agazapado, es absolutamente secreto.
¿Existen pruebas que demuestren la injerencia de los poderes ocultos en el Gobierno de EE.UU.?
Los impulsores de la globalización económica controlan tanto el partido republicano como el partido demócrata. Quedó demostrado en las últimas elecciones presidenciales, en las que ambos candidatos, tanto George W. Bush como John Kerry, eran miembros de la fraternidad Skull Bones, fraternidad estudiantil de la Universidad de Yale cuyos miembros siempre terminan alcanzando puestos de gran responsabilidad en la Administración estadounidense.
¿Y cuál es el papel que juega Estados Unidos en la globalización?
Estados Unidos es el pilar del Nuevo Orden Mundial con su tradición de individualismo y libertad de empresa, sumados a las diez enmiendas garantizadas por la Constitución y, además, a las armas. Muchas multinacionales del sector armamentístico obtuvieron millones de dólares de beneficios colocando minas terrestres contra los comunistas con la excusa “salvemos a los niños”. Esas mismas empresas, representadas por compañías como Raytheon o General Dynamics, volvieron a hacer dinero años más tarde al ser contratadas para desactivar las minas por otros regímenes.
¿SABÍAS QUÉ...
El abuelo del actual presidente de EE.UU., Prescott Bush, se dedicó a negociar con los nazis a traves de la Union Bank Corporation, pese a que las leyes estadounidenses de la época lo prohibían.
GRANDES CAPITALES: LA CONEXIÓN NAZI
Jim Marrs sostiene que las grandes empresas que dirigen los destinos del mundo están directamente relacionadas con una de las etapas históricas más ominosas: “Ganamos a los alemanes en la II Guerra Mundial, pero no derrotamos a los nazis. Muchos de ellos escaparon con oro. Ese oro fue repartido, ha sido donado a las 757 grandes empresas que gobiernan el planeta. Y éstas no lo van a soltar fácilmente...”.
DEL ASESINATO DE KENNEDY... A LOS EXTRATERRESTRES
Jim Marrs saltó a la fama con sus investigaciones sobre el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, plasmadas en 1990 en el best seller Crossfire (Fuego cruzado). Este impresionante trabajo de investigación periodística fue adaptado para el cine por el controvertido Oliver Stone en la galardonada JFK.
El interés por resolver el misterio de la muerte de Kennedy lo condujo al mundo de los ovnis y se concretó en 1997 en otro bes seller, Alien Agenda, uno de los últimos libros sobre el tema que tuvo éxito en plena época de decadencia del fenómeno. Para muchos, Marrs se convirtió con este título en ufólogo y conspiracionista, pues en sus páginas convergían la relación de los hermanos Kennedy con Marilyn Monroe y el encubrimiento de lo que realmente ocurrió en Roswell. Marrs está convencido de que este suceso estuvo relacionada con el asesinato del presidente. De comprobarse su veracidad, ciertos documentos del MJ12, el supuesto comité creado por el presidente Harry Truman en 1947 para investigar la visita de alienígenas a la Tierra, explicarían por qué fue asesinado Kennedy: al parecer, éste estaba tratando de negociar con los soviéticos un acuerdo vinculado a su programa espacial para investigar el fenómeno OVNI.
OPERACIÓN NORWOOD CONTRA CUBA: A ESPALDAS DE KENNEDY
Tras el éxito de la película JFK, el Congreso de EE.UU. hizo públicos en 1991 algunos documentos secretos que confirmaban lo que sostenía Jim Marrs en su libro Crossfire, como la existencia de un plan para invadir Cuba montado por el Pentágono a espaldas del presidente Kennedy. “La Operación Norwood” se puso en marcha después de que Kennedy se enfadara por el fracaso del intento de invasión de Bahía Cochinos. Preveía organizar secuestros de aviones y bombardeos y atribuirselos a los cubanos para justificar una invasión de la isla. Cuando Kennedy se enteró, se negó a darle el visto bueno y el plan fue arrinconado”, explica Marrs.
TEMPLARIOS OMNIPRESENTES: TESOROS EN EL DEUTSCHE BANK
A Jim Marrs le interesa tanto el futuro como el pasado. Ha podido explicar muchos de los enigmas del presente indagando en el ayer. Es así como los templarios, a los que define como los creadores de las tarjetas de crédito, han llegado a ser para él materia de investigación. También ha seguido la línea de sangre de los merovingios y ha llegado a la conclusión de que parte del oro que salió del Templo de Salomón en manos de los caballeros templarios terminó en la Argentina peronista a través de bancos suizos y, sobre todo, del Deutsche Bank.
MANIPULACIÓN EN EE.UU: EL ORIGEN
La estrategia de recortar las libertades individuales y acallar las voces críticas que llega de Estados Unidos no es algo nuevo. Jim Marrs sitúa su origen en 1947: “El 25 de septiembre de 1947 el entonces presidente de EE.UU., Harry Truman, fue prácticamente obligado a endurecer la Ley de Seguridad centralizando los servicios de inteligencia y añadiendo ciertos artículos que servían para neutralizar cualquier oposición que pudiera venir del Congreso, de los medios de comunicación o del público en general. Estados Unidos ha estado vulnerando su propia Constitución desde entonces, pues esta normativa sigue vigente. Aunque la madre de Truman se estaba muriendo, no lo dejaron salir de Washington hasta que la legislación –que había firmado nada menos que el 4 de julio anterior, el mismo día en que se produjo el incidente de Roswell– estuviera vigente. Truman no llegó a tiempo de despedirse de su madre. Sólo pudo asistir al funeral. Estos hechos se produjeron, además, en paralelo a la creación del Consejo de Seguridad Nacional”.
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